Alex
Me despierto con cierto dolor de espalda por haber dormido toda la noche en el sofá. Kathia no está a mi lado, supongo que habrá vuelto a marcharse. No sé qué estamos haciendo exactamente. Somos como imanes, no podemos evitar encontrarnos. No tengo nada claro. No me gusta analizarlo mucho, pero nada tiene sentido. Ella me dejó para casarse con el gilipollas rico, y cuatro años después viene a mí buscando…¿qué?¿Sexo? Pero lo de anoche fue algo más, no hubo nada sexual, solo ternura. Aun así, no pienso volver a caer; esta vez no me engañará. Me dirijo a la cocina y veo la mesa puesta con el desayuno. En ese momento entra Kathia por la puerta.
-Buenos días-dice tímida.
-Hola-miro la mesa-¿A qué viene todo esto?
-Es para agradecerte me dejases pasar aquí la noche.
-¿Qué pasó?-dije mientras me sentaba.
-Tuve una gran bronca con mi madre. No podía quedarme allí, y no sabía adonde ir. Siento haberte molestado.
-No te preocupes. ¿Y ahora qué vas a hacer?
-No lo sé.
-Kathia, esto no tiene sentido. ¿A qué se supone que jugamos?¿Soy el tío con el que te acuestas cuando su marido no está? Es que no entiendo nada.
-Es complicado.
-Las cosas son complicadas si tú las haces así. Me gustan las cosas claras.
-No puedo darte una explicación porque la situación es caótica. Todo en mi vida es una vorágine de problemas y solo necesito abstraerme. Y contigo puedo hacerlo.-el silencio de la habitación quedó roto por el sonido de mi móvil.
-¿Sí? Enseguida voy.-colgué y la miré. Es hay cuando mi estúpido cerebro pensó.-Debo ir a Canvey Island, para revisar unos papeles. ¿Quieres venir?
Kathia
No sé porqué acepté ir con él, pero sé que me vendría bien alejarme un poco de la cuidad. La conversación anterior volvió a mi mente. ¿Cómo decirle a Alex que lo necesitaba, que era el único que me daba paz, que me hacía sentir bien?
En el estero del coche empezó a sonar Boulevard of Broken Dreams de Green Day. Miré a Alex, que se giró para mirarme.
-Parece que tus gustos musicales no han cambiado.-dije suavemente. Me acuerdo que siempre que estaba liado arreglando algún coche se ponía esta canción a todo volumen.
-Hay cosas que nunca cambian.-su comentario creó un profundo y doloroso agujero en mi pecho. No volvimos a hablar durante todo el trayecto. Los dos parecíamos enfrascados en nuestros pensamientos.
Al llegar a nuestro destino, Alex condujo hasta la zona portuaria. Entramos a una pequeña oficina donde había algunas personas trabajando.
-Alex, menos mal que has venido-Un hombre se acercó a nosotros.
-Hola, Max. Kathia,¿quieres esperarme aquí? Sólo serán un rato, no tardaremos mucho.
-Sí, no te preocupes. Te espero aquí.
-Pam,¿ podrías quedarte con ella?
-Sí, cariño. No te preocupes. Yo cuidaré de tu chica.-Alex abrió la boca para negarlo. Pero Max le llamó y tuvo que irse.-Hola, querida. Yo soy Pamela Brody, pero puedes llamarme Pam.
-Encantada. Soy Kathia.
Estuve tres cuartos de hora hablando con Pam. Era una mujer muy cariñosa e introvertida. Alex salió de la oficina y se reunió con nosotras.
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El pacto
General FictionKathia es una chica de 22 años atrapada en un infierno de matrimonio. Tuvo que sacrificar su amor cuando solo tenía 18 años para proteger a sus seres queridos. Alex con solo 23 años ya ha disfrutado de todo en la vida pero, aunque lo intente ocultar...