Adrenalina

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Capítulo 13:

Alex:

Hoy era noche de carreras. Si soy sincero he de reconocer que las echo de menos; cuando me saqué la carrera dejé de venir. Incluso ahora no debería haber venido, con la prensa pendiente de todo. Parecía que nunca estaban pero en verdad se enteraban de todo. Me visto con mis tejanos, mi camiseta negra un poco ajustada y mi cazadora. Como manda la ocasión cojo las llaves de mi Porsche 911 Turbo S, es como mi hijo, o más bien el capricho que decidí comprarme. Siempre me han gustado los coches, pero sobretodo repararlos. Me ayudaba a relajarme.

Acelero, quemando rueda; mientras el coche ruge. En cinco minutos ya he llegado al almacén abandonado del puerto, donde se celebran las carreras ilegales, las peleas ilegales,…en general todo aquello que es ilegal.

 Saludo a un par de amigos que hace años que no veo. Cuando competía era una leyenda, y por lo visto lo sigo siendo.

-¡Pero mira quien se ha dignado a venir!-me giro y veo a Julio.

-Julio, tío, ¿qué tal te va?-nos damos la mano a la vez que nos palmeamos en la espalda.

-Vamos tirando. Ya me he enterado que vives la buena vida-se ríe mientras me encojo de hombros.-¿Vas a competir esta noche, jefe?-me pregunta Julio. Es un amigo del taller, cuyo propietario es su padre. Allí fue donde nos hicimos amigos.

-No me lo he planteado.-dije pensativo.

-Venga, cuate, la modestia no te pega. Además veo que te has traído un buen carro.- dice revisando mi coche.

-Está bien ,pero solo una. Me estoy haciendo mayor para estas cosas.-se carcajea mientras me da una palmada en la espalda.

-Puedes quitar al chico del coche, pero no el coche del chico.

-Por cierto, ¿qué tal el taller?-le pregunto realmente interesado.

-Como siempre, el viejo no ha cambiado nada. A ver si te pasas un día y le das una alegría.-asiento mientras le doy el dinero de la apuesta. A lo lejos veo un coche acercándose .Lo reconozco; es el coche de Mark. De él se bajan Chloe, Denise, John y Mark.

-Hola, chicos-les saludo .A los chicos les doy un apretón en la mano y a las chicas un beso en la mejilla. Cuando me acerco a Chloe me susurra.

-Tengo una sorpresita para ti.-me estremezco. La última vez que me dijeron eso acabé en la habitación de una modelo italiana desnuda con tendencias ninfómanas.

-Me das miedo-se ríe. Algo me dice que no me va a gustar nada. Los cinco estamos un rato conversando sobre la carrera y las apuesta cuando siento un escalofrío en la nuca. Miro a los demás que están mirando a un punto detrás de mí.

-Oh, dios mío.-susurra Mark. Me giro y la veo. En ese momento se me para la patata. Lleva un top negro que deja su ombligo al aire, unos pantalones cortos de cuero estilo liguero que cogen unas medias negras. Y los zapatos me dan pánico mirarlos, es imposible caminar con semejante tacón de aguja. Se acerca a nosotros caminando provocativa, lo que hace que todos los hombres presentes se la queden mirando embobados. Mientras se acerca clava sus ojos verdes delineados en negro en mí, haciendo que mi cuerpo tiemble. Una sonrisa felina se dibuja en su rostro, seguramente al ver mi cara de gilipollas.

-Hola-nos saluda cuando llega hasta nosotros. Nadie se mueve ,nos hemos quedado de piedra.

-Tía, estás…-le dice Chloe.

-Lo he encontrado al fondo del armario.-Ya sé porqué, pienso. La podrían arrastrar por ir demasiado sexy. Joder, contrólate. Además tenía que hablar con ella, aclararle unos cuantos asuntos, como por ejemplo cómo no vestir para que te coman con la mirada. Se oye cómo llaman a los corredores a sus posiciones.

El pactoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora