Capítulo 12:
Kathia
Esta mañana le han dado el alta a mi padre, después de estar tres días ingresado. Le ayudo a subir hasta su habitación y acomodarlo en la cama.
-Gracias, cariño. Eres en ángel.-dice acariciándome el rostro.
-No es nada, papá. Bueno, te dejo descansar-digo disponiéndome a salir del dormitorio.
-Kathia-me llama con voz ahogada.-Tengo algo que contarte.
-¿De qué se trata?
-Me resulta muy difícil explicarte esto.-me siento en el borde de la cama.-Hace cuatro años fui a ver a Alexander Levinson.-me tensó; intento disimular que su nombre no me ha afectado pero nada se le escapa a mi padre.-Sé que fuisteis amigos cuando tenías 18 años.
-Sí, era un chico del grupo.-Mi padre sabía que me juntaba con ellos, pero mi madre lo ignoraba, afortunadamente. Se queda unos segundo mirándome fijamente, intentando leer mi mente.
-¿Estabas enamorada de él?-pregunta a bocajarro.
-Papá, no se a qué vienen estas preguntas.-digo evitando responder y curiosa por el motivo de esta conversación.
-Kathia, hace unos días estuve cara a cara con la muerte, y en lo único que pude pensar era que me iría a la tumba sin contarte la verdad.
-Me estás asustando-suspira y mira a la nada.
-Hace unos años la competencia consiguió una información que ponía en peligro a nuestro negocio. Tenía miedo de perderlo todo por lo que Robert Blume, el padre de Jacke, me ofreció su ayuda y acepté. Unos meses más tarde tuve problemas de solvencia y Robert me volvió a ayudar. Tanta generosidad me sorprendió un poco ya que Robert es muy calculador a la hora de hacer negocios .Debí haber supuesto que tanta ayuda no era por obra de caridad. Me dijo que su hijo estaba interesado en ti. Yo sabía que Jacke no te gustaba, ni siquiera te caía bien, pero me dijo: “Sería una lastima que tu empresa se fuera al traste por una tontería como esta”. Robert tenía una información privilegiada que podía utilizar en mi contra, por lo que acepte el trato.-dijo sin mirarme a la cara, con la cabeza gacha.-Pactamos tu matrimonio con Jacke a cambio de su silencio. -Yo…-sus ojos se llenan de lagrimas. -Fui a hablar con Alexander. Quería conocer al hombre que mi hija amaba. No sabes lo duro que fue aceptar después de saber que tú querías a otra persona. Sé que antepuse mi felicidad a la tuya, y eso me está matando lentamente.Lo siento, pequeña.-no digo nada, ni tan siquiera me muevo.-No sabes cómo me arrepiento. Jacke estaba encaprichado de ti y me coaccionaron para que aceptase. Kathia, di algo ,por favor.
-¿Me estás diciendo que me usaste como moneda de cambio para tus negocios?-hablo lentamente, aun estupefacta.-¿Tú sabes lo que he pasado estos cuatro años?-no puede mirarme a los ojos.-Renuncié a Alex, el chico al que amaba, para protegerlo. Me casé con un monstruo que me maltrataba y que mató a mi bebé. Que me mantenía cautiva en su casa mientras él se iba de fiesta y se drogaba. ¡Y todo porque tú no querías perder tu maldito negocio ni tu asquerosa fortuna!-sin darme cuenta siento las lágrimas mojando mi rostro.
-Perdóname, por favor. Lo siento muchísimo.-tiene los ojos anegados de lágrimas. Me tapo la cara con las manos. Tengo que irme lejos; pensar en todo esto. Me dirijo hacía la puerta cuando le oigo susurrar: “Él me confesó que te quería.”
Alex
Hoy me he tomado el día libre. Necesito tiempo para mí, para poder relajarme y estar al cien por cien en el trabajo. Esta mañana he ido a correr por Hyde Park y después he estado en el puerto. Tenía un bonito yate y siempre que necesitaba relajarme, navegaba con él. No era extravagante pero me gasté bastante dinero en redecorarlo. Después de dar una vuelta con él vuelvo a casa. Estoy tumbado en el sofá viendo una película cuando oigo que llaman al timbre. Abro la puerta y, sorprendido,me encuentro a Kathia. Me recuerda a una niña desamparada que llama a la puerta buscando algo. Me fijo en que tiene los ojos rojos; algo ha pasado.
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El pacto
General FictionKathia es una chica de 22 años atrapada en un infierno de matrimonio. Tuvo que sacrificar su amor cuando solo tenía 18 años para proteger a sus seres queridos. Alex con solo 23 años ya ha disfrutado de todo en la vida pero, aunque lo intente ocultar...