La puerta del apartamento como siempre estaba abierta, entró dentro y la cerró lentamente ignorando las voces que llamaban por ella. Lo siguiente fue entrar al cuarto de baño y abrir el grifo esperando que el agua calentara mientras taponaba la bañera para que se llenara. En un intento de encontrarse a sí misma se miró al espejo esperando ver a Lily, pero aquella mujer no era la misma que la que se había visto ante el espejo hacía dos días. Cerró los ojos pensando que cuando los abriese aquella mujer hubiese desaparecido, tal y como en un sueño.
Los abrió.
Y la imagen de aquella desconocida le atemorizaba.
Dio un suspiro como si lo hubiera asimilado, pero ¿cómo podría hacerlo cuando sabía que estaba perdida? Qué no había una escapatoria. Que aquella mujer con restos de sangre en su cara que no paraba de mirarle con aquella mirada llena de miedo y que no hacía más que gritar en silencio pedía socorro, que la salvasen, que no la dejasen morir. Pero Lily no podía hacer nada por ella. No podía salvarse. Estaba maldita y no había cura. Y se daba cuenta que todos sus planes habían dado un giro muy brusco y que ahora debía de cambiar esa cara, y hacer creer a todo el mundo que todo seguía igual; que nada había cambiado en esos dos malditos días. Para autoconvencerse, para que pareciera más real, se decía que una reina nunca se podía derrumbar y demostrar que era débil. No ahora.
Le dio la cara al espejo.
Cerró el grifo y se quitó su ropa para acto seguido meter un pie en el agua pasando por alto si el agua estaba hirviendo. Pero, ¿qué importaba eso ahora? La respuesta era nada, así que dejó que quemara su piel porque necesitaba sentir algo que la trajese a la realidad, porque necesitaba oponerse al mensaje que sus terminaciones nerviosas mandaban al cerebro. Para completarlo se metió dentro del agua con los ojos cerrados. Apagó todo en su mente centrándose en el ruido que había dentro del agua, del ruido que hacía su cuerpo,sus tendones, su músculos,... La tranquilizaba de tal modo que sin darse cuenta se estaba dejando llevar y que ahora era el agua quien la controlaba, quien la movía...
Josephine entró por la puerta con su aire imponente y elegante mirándola de tal manera que demostraba su superioridad sobre ella. Cuando la miró lo hizo con una sonrisa que demostraba que detrás de aquella suave voz se encontraba algo oscuro y que disfrutaba con ver a la vampira sufriendo dentro de aquel círculo. No se acercó ni se alejó de su posición que le daba una gran vista hacia su invitada que la miraba fulminante y desecha.
—Has tardado.
—Sólo me he dado cuenta de la falta de Simon cuando no me trajo mi té como todos los días — los ojos de la vampira se entrecierran más deseando que aquella barrera que las separaba cayese y así darle su merecido—. Y por lo que veo él no a satisfecho sus deseos — dice observando el cadáver.
La anciana camina hacia la ventana que rozaba la línea del hechizo y la abre dejando que airease la habitación dejando salir aquel olor putrefacto proveniente del cuerpo que descansaba a un lado de la cama.
—Me temo —se voltea encarando a la vampira— que desde ahí adentro no puede contactar con nadie, querida — dice la bruja cuando ya era obvio, aún seguía allí.
—No me llame querida — le responde de mala manera.
—Está bien. Sin embargo ya es libre de irse— la morena la mira desconcertada—, los ancestros ya han obtenido lo que querían de usted ... pero cuidado con lo primero que intenta — le avisa.
La ojiazul se levanta de su cama esquivando el cadáver del brujo. Para probar las palabras de Larue posa la palma de su mano donde se suponía que había una barrera pero esta cae hacia al otro lado confirmando lo que había dicho. Lily ladea su cabeza como si esperase la orden de la anciana, que lo hace.
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The Wicked Girl | The Originals #2
FanfictionCon la corona de Nueva Orleans ahora en su cabeza después de haber vencido a los Mikealson, Lily debe luchar por recuperar el poder de cada facción y luchar contra el nuevo enemigo que acecha tanto a la familia Original como a su ciudad. Como consec...