The Wicked Girl | The Originals #2

Dark temptation

—...¿Estás seguro?... De acuerdo, en cuanto sepas algo llámame en seguida —dice el vampiro colgando la llamada.

Marcel se gira hacia el honorable y su hermana quienes miraban el tiempo por la ventana del estudio preocupados, pensando en lo peor que Klaus podría hacer por venganza, por haberle clavado una daga. Era sabido entre los que le conocían que era conveniente no enfadarlo sino querías enfrentarte al demonio, en caso de hacerlo, mejor ir asumiendo todo lo que conllevaba. E ir preparando tu funeral.

—¿Algo? —pregunta Elijah con una mano dentro del bolsillo de su pantalón mientras que con otra sujetaba una copa de bourbon.

—Sus vampiros dicen que siguen sin saber nada sobre ella— contesta—. Parece que la tierra se la hubiera tragado — alza las manos al aire dejándolas caer.

—Y lo peor es que esta tormenta del demonio no tiene intenciones de detenerse —dice Rebekah observando por la ventana las gotas que resbalaban en la cual se encontraba recostada.

Todo se vuelve a sumar en un terrible silencio dejando de lado la lluvia y la tormenta que acrecentaba más la preocupación y el nerviosismo de cada uno. El moreno inquieto decide largarse del recinto temiendo que su amiga hubiese caído en las garras del original o en las de la bruja. No se quedaría allí esperando hasta recibir alguna noticia por buena o negativa que fuera.

—Marcel, ¿a dónde vas? —pregunta el trajeado.

El vampiro se voltea a medio camino volviendo a la sala.

—Voy a mandar a mis vampiros a peinar la ciudad en busca de Klaus y a reunirme con los de Lilly para trazar algún plan de búsqueda.

—Seguramente Lilly está de luto por su compañero — agrega el original—, dale su espacio.

El vampiro niega con su dedo índice. La conocía muy bien, no era lo que Elijah alegaba.

—Si estuviera de luto sus hombres lo sabrían.

—¿Crees que Nik la haya agarrado? — pregunta la bruja al vampiro.

—Todos sabemos como es Klaus de vengativo, por lo que es más probable que la haya cogido fácilmente dado que anda con la guardia baja.

—Tal vez pueda encontrarla...

—Pero no tenemos en mano nada que le perteneciese.

El honorable dejó de lado su copa y pensó al respecto.

—En realidad si que tenemos.

Abandonó el estudio dirigiéndose a su habitación rebuscando en la cómoda en la cual volvió a guardar el anillo cuando ella lo dejó a solas. Abrió el primer cajón y debajo de varias camisas encontró en una esquina un pañuelo que desenvolvió encontrando la joya. La agarró y observó como aquella sortija resplandecía bajo la luz natural y por un momento se acordó de las palabras que ella le dio cuando le propuso matrimonio. Se había puesto feliz pero inmediatamente empezó a dudar sí aquella proposición era correcta dado que todo el mundo del vampiro no giraba en torno a ella, sino entorno a la familia. Aunque no estaba segura de sí era lo correcto le dio un si y todo aquello desembocó en lo que estaban pasando en el presente. Se preguntaba sí en vez de pedirle en matrimonio se hubiese conformado con mantenerse como pareja, ¿todo aquello hubiera ocurrido? Era algo que no sabría dado que no podía prever un futuro alternativo.

...

—...Sabes tan bien como yo que Nik está en pie de guerra — dice Rebekah atravesando junto a su hermano el patio —. Lo que hace que me vuelva a preguntar, ¿cómo diablos está despierto?