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JANE POV

Después de mi última hora de clases, fui caminando hasta las bancas, y encontré a Alex. Estaba sentado leyendo, solo, como siempre, así que decidí acercarme.

- Alex- dije con una sonrisa, sentándome a la par de él

- Linda curita - dijo mientras picaba mi nariz

- Son las únicas que quedaban - dije quejándome

- ¡Alex! - dijo una chica llegando hacia nosotros con una especie de carta- Esto te lo da esa chica de allá- dijo señalando a una chica escondida detrás de un árbol

- Yo no lo...-lo interrumpió la chica

- Oh por favor , no la ignores, ella está muy enamorada de...

- Está bien, está bien, la leeré- la interrumpió Alex

La chica se dió la vuelta con una sonrisa, y fue donde su amiga.

- Eso fue lindo- dije con una sonrisa​

- No la leeré- refunfuñó

- Oh vamos, la chica tiene agallas para mandarte una carta, no la puedes ignorar así como así- dije mientras tomaba la carta - Vi que Alex se tapó los oídos​ y yo comencé a leer la carta gritando- Alex, hace tiempo que te veo, y ¡No puedo seguir más con este secreto! ¡Estoy enamorada de ti!
¡Y quiero que me prestes atención!- varias personas se me quedaban viendo asombradas- Oh, es la carta- dije señalándola

- No entiendo por qué te interesa tanto que lea estas estúpidas cartas- dijo quejándose

- Por la simple razón de que tienes admiradoras- dije emocionada- Deberías darles una oportunidad

- Agh. Ya te he dicho que no busco nada con nadie...Mejor vámonos- dijo caminado hacia la salida

- Alex...- dije cuando una idea surgió en mi mente

- ¿Si?

- ¿Quisieras ir a..

- No iré a ningún lugar...contigo- dijo frunciendo el ceño

- ¡Oh vamos! Yo invito- él me miró confundido- Además sé que tienes hambre

- De hecho estoy muy bien- justo cuando terminó su frase se escuchó el sonido de su estómago, lo que causó que yo estallara a carcajadas

- ¿Seguro que no tienes hambre?- le pregunté sonriendo

- Está bien - dijo rindiéndose - ¿A dónde vamos?

- Conozco un lugar...

Una hora y media después....

- ¡Mira!- señalé el restaurante- ¡Ahí está!

- La próxima vez que recomiendes un lugar, por lo menos tienes que saber la dirección- dijo malhumorado

- No te pongas así, mira el lado positivo, estás conmigo y...

- ¿Positivo?

- ¡Hey!- dije empujando su hombro- Sólo entremos- dije riéndome

Nos sentamos en una mesa para dos al lado de la ventana y ordenamos, a los pocos minutos regresaron con nuestras órdenes

HONNEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora