JANE POV
- Nos vemos mañana - se despidió Kat saliendo de casa
- Claro, ve con cuidado- dije abrazándola
Kat salió de casa, y suspiré recargada a la puerta.
Ya era de noche, y Kat había venido a hacer la tarea, claro que al final no la hicimos, y todo esto terminó en una especie de pijamada viendo varias series, y comiendo porquerías.
Decidí ir a mi habitación a dormir, ya que eran las doce y mañana tenía que ir al instituto.
Justo cuando ya estaba logrando dormirme, un estruendo en la planta baja me despertó, "Por favor que no sea un ladrón" me repetía en la mente.
Me levanté rápidamente de la cama, y me dirigí a la puerta de mi habitación, no sin antes coger un bate de béisbol que se encontraba descansando en mi puerta. Avancé con el bate en mi mano, la cual se encontraba temblando de miedo, pero decidí ignorarlo y continuar mi camino.
Bajé lentamente las escaleras, y cuando llegué a la planta baja un ruido proveniente de la cocina llamó mi atención.
Llegué a la cocina, y justo en frente mío, había una gran sombra que parecía ser de hombre hurgando en el refrigerador ¿Quería robar la comida?
Avancé con cuidado de no hacer ruido y justo cuando estaba por darle con el bate, el desconocido se volteó.
- ¡Alex!- grité sorprendida
- ¡Mierda!- dio un salto del susto, lo que me hizo reír- ¿Qué haces con ese bate?
- Oh- miré el bate que descansaba en mi mano- Era para defenderme si se trataba de un ladrón- Alex abrió la boca para decir algo, pero al intentar hacerlo se quejó, y fue cuando me di cuenta de su aspecto
Al verlo, me quedé con la boca abierta, Alex estaba lleno de heridas, tenía el pómulo izquierdo morado, el labio inferior partido, y un gran moretón en el ojo derecho, pero eso no fue todo, al bajar la mirada, me encontré con una gran mancha de sangre en su torso.
- Alex... tú...- me interrumpió
- Estoy bien, no es nada- dijo con la voz entrecortada- Solo...iré a dormir
- No, no lo estás...estás muy pálido- lo agarré de la muñeca antes de que saliera de la cocina- ¿Qué pasó?
- Ya te dije que nada importante- dijo apretando la mandíbula
- Está bien, no me digas, pero al menos déjame curarte las heridas
Después de estar discutiendo por diez minutos, logré accediera a que lo curara. Así que subimos lentamente las escaleras y nos dirigimos a su cuarto, donde le pedí que se sentara en su cama, y por suerte lo hizo porque parecía que se iba a desmayar en cualquier momento.
- Bien, quédate aquí mientras yo traigo alcohol- dije mientras salía de su habitación
Fui hasta donde me indicó y volví. Empecé por su labio partido, puse un poco de alcohol en el algodón, y luego lo posé sobre su labio.
- Eso arde- gruñó
- Sólo así se curará, así que deja que continúe- sólo obtuve otro gruñido por respuesta
Luego le puse una pomada en el gran moretón que tenía en el ojo, y continué curando todas las pequeñas heridas que encontré. Por último, me hacía falta la herida de su estómago, así que le pedí que se quitara la camisa, lo cual hizo con costos.
Cuando se quitó la camisa me sorprendí, su torso no era flacucho como supuse que sería, de hecho estaba marcado, vaya no creí que Alex hiciera ejercicio.
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HONNE
RomanceNo le hables, no lo mires a los ojos y no te metas con él, o podrías salir lastimada. Alex es un ser gris, nadie le habla, nadie lo conoce y él...lo prefiere así. ¿Qué le pasó a este pobre chico? Pues nada. Él siempre ha sido así y lo seguirá siendo...