1 año después de los eventos acontecidos en "El Alicornio Fantasma", Aiden vive en la humilde y alegre Ponyville junto con sus nuevas amigas, celebrando y riendo juntos cada una de sus aventuras.
Sin embargo, un terrible secreto es desenterrado de...
Todos dentro del castillo se hallaban caminando por la desolada Ponyville, la brisa del viento y sus respiraciones eran lo único se lograban escuchar, en la mente de las mas pequeñas corría la interrogante de lo que había pasado hace unas cuantas horas atrás.
-Applejack, ¿que fue lo que paso? ¿a donde fueron todos?- pregunto Applebloom aun asustada por la situación.
-No se hermanita, y si supiera ya te lo habría dicho.
Todos los demás estaban confundidos, cansados y aterrados, Twilight incluso dudaba si aquella situación era real, si aquellas desapariciones en realidad ocurrieron o si todo era parte de un mal sueño.
"No hay sentimiento mas antiguo, creo yo, que el miedo, y no hay miedo mas común, que miedo a lo desconocido"
El silencio reinaba todo, el viento no soplaba entre la maleza y una extraña niebla se dispersaba lentamente, no había animales, solamente aquella niebla la cual abrazaba las plantas y las hojas de los arboles.
De aquella densa niebla, aquella abominación indescriptible se arrastraba con lentitud, y entre una de sus dos fauces, llevaba del cuello a un venado muerto, aquella cosa estaba a punto de comer.
Llevo el cuerpo del animal hasta una colina pequeña, lo postro delante de un gran árbol, de la parte trasera de su deforme cuerpo emergió un apéndice con un gran aguijón, la criatura emitio un chillido agudo y luego se lo clavo en el estomago.
Lentamente el cuerpo del venado se fue reduciendo, cada minuto adelgazaba hasta que finalmente solamente quedo el pellejo de este.
El aguijón ensangrentado volvió a esconderse, la criatura entonces contemplo el cuerpo desollado de su presa, luego, observo con sus incontables ojos a su alrededor esperando a algún intruso.
El silencio pronto se rompió cuando de la maleza del bosque, un rayo de luz salio disparado hacia el monstruo, este lo esquivo a penas rosan dolo, de entre los arboles, el guardián del bosque Baxhor emergió imponente mente, el monstruo contemplo a aquel corcel de apariencia majestuosa, analizándolo cada una de sus facciones, aquella piel de apariencia de planta, aquellos ojos dorados que brillaban con la poca luz que entraba; Nazhun entonces supo que se encontraba ante un rival de su talla. El monstruo a pesar de su naturaleza mórbida, era inteligente, de hecho, lo demasiado como para que Baxhor no comprendiera lo que estaba haciendo en sus aposentos.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
