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Aquella noche apenas y pude dormir, en mi mente se reflejaba la imagen de Jisoo una y otra vez, no la imagen de sacerdote que todos veían. Yo veía a aquel chico que estaba sentado junto al padre Min Ho, aquel hermoso muchacho que me sonreía y hacia que me sonrojara.

- Buenos días – salude a mis padres y abuela.

- Buenos días Hannie – sonrió mi abuela – ayer llegaste un poco tarde ¿Qué dijo el Padre Hong?

- Nada nuevo – me senté a la mesa, no podía decirles que apenas hable unos minutos con él y pase el resto del tiempo junto a Mingyu, Wonwoo y su hijo – hoy iré a confesarme – comenté.

- Espero que hagas lo correcto – dijo mi padre dejando el periódico que leía – el Padre Hong es muy confiable.

- Sin duda uno de los mejores sacerdotes que hemos tenido – sonrió mi madre poniendo un plato con panqueques frente a mí. "Y también uno de los más guapos" pensé.

- Lo es – sonreí y me dispuse a comer, debía ir a la universidad.


***


Amaba a los niños de ahí mis ganas de ser "Profesor" cuando volvía de la universidad vi a unos cuantos niños jugando fútbol apasionadamente, no dude en unirme a ellos.

- Pásala Hannie – gritaba Chan, uno de los niños del pueblo.

- Atrápala – dije dando una leve patada al balón.

- ¡GOL! – gritaba luego de que aquel objeto entrara en la portería, vino hasta mí y extendió sus manitas. Lo cargue, empecé a celebrar con él y los demás niños.

- ¡Ganamos Hannie! – sonreía con sus regordetas mejillas.

- ¡Chan! – escuchamos a su padre – vamos a casa.

- No quiero – me abrazo, los demás niños siguieron jugando.

- Llamare a tu padre – dijo acercándose.

- Llámalo – rió – Papá Mingyu si me deja estar con Hannie.

- JeongHan ¿Por qué tengo un hijo así? – pregunto burlón.

- No me lo preguntes a mi – reí – vamos Chan ve con Papá Wonwoo.

- No quiero – hizo un pequeño puchero – quiero seguir jugando.

- Es tarde – dije acariciando sus mejillas – mañana jugaremos ¿Sí?

- Lo prometes Hannie – extendió su meñique.

- Lo prometo – selle la promesa tomando su meñique.

"Que abominación" escuchamos a nuestras espaldas, un grupo de mujeres "creyentes" iban hacia la iglesia ¿Abominación? Acaso estaba mal que una pareja haya adoptado a un niño que fue abandonado, claro que no estaba mal; lo que estaba mal según ellas era que esa pareja sea homosexual.

- No prestes atención – le entregue a Chan.

- Tranquilo – acaricio la espalda de su hijo – estamos acostumbrados ¿Verdad bebé?

- Si papi – asintió el pequeño – Jesús dijo "Tienes que amar a tu prójimo como a ti mismo" (Mateo 22:39) así que no importa lo que digan, no guardare rencor – aquello lo dijo lo suficientemente alto para que las mujeres lo oyeran.

Mi pecado [JIHAN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora