Mi pecado [JIHAN]

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Dedicado a: todas las hermosas personas que se toman el tiempo de leerme y esperar cada actualización. 💙 

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Como aquella ocasión le siguieron muchas más es que era imposible mantenerme alejado de Jisoo, me sentía como un desgraciado perdido en el desierto quien de repente encontraba un oasis, tomaba todo lo que este ofrecía y no podía parar. Mire de nuevo su espalda la cual estaba adornada de rasguños que yo había dejado hace poco, pase mis dedos sobre una de las finas líneas rojas; dio un respingo antes de girarse y tomar mi mano entre la suya para después llevársela hasta los labios y dejar un pequeño beso sobre mis nudillos.

- ¿Duele? – pregunte con falsa inocencia la cual noto al instante.

- No – contesto – a ti... ¿te duele? – pregunto con una sonrisa.

- Puedo soportarlo – le devolví la sonrisa – ¿a qué hora llegaba el Padre Min Ho? – empecé a levantarme.

- Debería estar aquí dentro de poco – suspiro y se levantó también.

- Entonces debo apresurarme – tome mi ropa del piso y empecé a ponérmela.

- ¿Cómo van las cosas con tu familia? – pregunto mientras se colocaba la sotana nuevamente ¿Cuánto había pasado desde la pelea con mi padre? Dos semanas o tal vez tres, eso era irrelevante ahora.

- Van bien – me encogí de hombros – es decir, mamá trata de que mi abuela y mi papá entiendan que no estoy enfermo ni que ninguna fuerza demoníaca se apodero de mi así que es más fácil cuando ella está cerca.

- Ella es muy buena – sonrío y termino de vestirse – ¿necesitas ayuda?

- Mis zapatillas – señale y me senté en la cama – pónmelas.

- Eres un consentido – bufo mientras se agachaba para tomarlos, se hinco frente a mí y empezó a ponérmelas – un niño caprichoso.

- Pero te gusta este niño caprichoso – dije mientras él amarraba mis agujetas.

- Me gusta mucho – levanto la mirada – de verdad me encanta este niño caprichoso – no pude evitar sonreír.

***

Escuche a Mark repetir el Padre Nuestro por quinta vez a pedido de mi abuela y suspire llevándome las manos al rostro, según mi abuela si lo repetían hasta cansarse se aprenderían todas las oraciones.

- Creo que ya la sé – susurro JiSung a mi lado – no es tan difícil – me miro con una sonrisa.

- Me alegro – sonreí también – ahora trata de aprender esta – señale su libro de oraciones, asintió enérgicamente mientras se disponía a leer.

- Viene el Padre bonito – escuche a unas niñas detrás de mí, Jisoo estaba caminando hacia nosotros.

- ¿El Padre bonito? – las mire y ellas rieron.

- Es muy bonito – susurro una de ellas – además es muy amable.

- Buenas tardes Señora Yoon – saludo cuando llego junto a mi abuela – Buenas tardes niños.