Mi pecado [JIHAN]

🌷17🍁

Un autobús iba rumbo a la capital aquella mañana, solamente el Padre Min Ho fue testigo de la partida de aquel muchacho. Había decidido viajar a primera hora para no tener que lidiar con las personas del pueblo, miro por la ventana como poco a poco se iba alejando de ese lugar. Se abrazó a sí mismo para evitar soltar un sollozo lastimero, cerró sus ojos y se permitió fantasear con una vida al lado de JeongHan, imagino despertar junto a él cada mañana, imagino recibirlo cuando este regresara de trabajar, imagino tantas cosas y lloró por ellas.

***

Volvió a la iglesia para poder arreglar todo para oficiar la misa de la mañana, suspiro al recordar la noche anterior cuando había tenido que curar la pequeña herida que tenía su joven amigo. Se había quedado con él consolándolo hasta que cayó rendido por tanto llorar, entendía perfectamente el dolor por el cual estaba pasando y sabía que necesitaba a alguien a su lado; rogaba con todas sus fuerzas que Dios guiara su camino. El sol apenas se hacía presente cuando llego a la iglesia, miro al muchacho que lo esperaba sentado junto a la puerta quien levanto la vista al verlo acercarse.

- ¿Ya se fue? – preguntó el pequeño en un susurro.

- Si – contesto poniéndose de cuclillas para estar a la altura del muchacho – ¿quieres entrar? – preguntó con cuidado – hace un poco de frío.

- No – negó abrazando sus rodillas – este lugar me trae malos recuerdos.

- Comprendo – dijo el sacerdote sentándose a su lado – ¿quieres hablar entonces?

- Supongo que Jisoo le contó todo – el mayor asintió – Perdóneme Padre – bajo la mirada – sé que cometí un pecado muy grave, no debí enamorarme de él pero – se encogió de hombros – una vez escuche que uno no manda en el corazón y me doy cuenta que es verdad. Uno lo elige de quien se enamora simplemente pasa y ya, no es como si yo haya despertado un día y dijera "conquistaré al cura del pueblo" – rió con amargura – solo supe que él me atraía demasiado y luego llegué a amarlo tanto que.... – miro al sacerdote – duele, duele muchísimo y no sé cómo disipar el dolor – gimoteó – ojala pudiera ser como él que no dudo ni un segundo en irse, dejándome atrás.

- Lo que ustedes tenían estaba...

- Estaba mal – lo interrumpió – ¡demonios! Quisiera poder decir que lo que hacíamos estaba bien pero obviamente no es así. Jisoo era...es un sacerdote y eligió lo que quiere para su vida, usted ya se dio cuenta que yo no estoy en sus planes.

- También te ama – susurro el clérigo – tal vez deberías ponerte en su lugar...

- No lo defienda....

- Ponte en su lugar – ignoro la interrupción del contrario – si tú fueras un joven que tenía muy claro su camino, que quería vivir sirviendo a los demás y cumplir todo lo que le prometió a la iglesia – suspiro – dime cómo te sentirías al darte cuenta que todo lo que planeaste está cambiando y no por muy buen camino.

- Que cometiste un pecado mortal – dijo el joven frustrado – y eso te condenaría al infierno ¿algo así? – el mayor asintió – el infierno puede estar esperando por mí en este momento entonces.

- No hables de esa manera – Min Ho acaricio su cabello – Jisoo tomó la decisión más razonable que pudo.

- También podía decírmelo antes...