En su cama • Aguslina.

Capitulo 17

Entramos en la habitación de Agustín entre medio de besos, él me apoyó en la cama y se puso encima de mí. Pase mis manos por su pelo bajando por su cuello y pasando por su pecho, él me recorría con besos en cuello y el lóbulo de mi oreja. Sentí como él comenzaba a subir mi vestido de dormir, el tacto de sus manos calientes en mi piel me hicieron estremecer. Él me besó los labios por última vez y bajó hasta mi estómago, ahí dejo unos besos mientras seguía subiendo el vestido.

-Te ves sexy. -Me elogió, terminó por sacar mi vestido y quedé solo con mi babydoll.

-Gracias. -Le sonreí coqueta y comencé a bajar su pantalón de dormir, que además, era lo único que estaba utilizando.

-Eh, eh. -Quitó mis manos de su pantalón y me sonrió.- Aún no, dejame disfrutar de tu vista.

Yo reí, era obvio que si él quedaba desnudo, yo lo haría en segundos. Besó mis pechos por encima del brasier del conjunto, me lo desabrochó y lo bajó para luego atrapar uno de mis pechos en su boca, gemí al sentir su lengua. Bajé mi mano hasta su creciente erección y la acaricié por sobre la ropa, él gimió y soltó mi pecho. Sus manos me acariciaban completamente y yo solo quería que él me quitara está -ahora molesta- ropa, y me llevara al clímax. Pero, él seguía lento.

-¿Sabías que eres la mujer más sexy que alguna vez he visto? -Me dijo con voz ronca en el oído.

-No lo creo. ¿Qué dices de Megan Fox? -Él rió entre dientes.

-Ella usa mucho maquillaje, Carolina. Creeme. -Eso me entró en duda, ¿Acaso él la había visto sin maquillaje? ¿Qué tal sí un día se acostaron y...?

-¿Cómo lo sabes?

-Una vez acompañé a una amiga a su casa y ella acababa de levantarse. -Frunció el ceño y eso me causó gracia, de todas formas Megan Fox con o sin maquillaje, era sexy, creo.

-Dejame quitarte este puto pantalón. -Agustín negó con la cabeza y bajó hasta estar entre mis piernas, bajó la pequeña braga del conjunto y me besó. Gemí.- Si...

-Estás lista, siempre estás lista. -Pasó su lengua y no pude evitar levantar mis caderas, él volvió a pasar su lengua queriendo entrar en mí.

Agarré las sábanas en mis puños y apreté fuerte, la sensación era increíble. Un dedo se introdujó en mi interior y luego otro. Me embestía rápido y hasta lo mas profundo que podía, comencé a apretarme alrededor de él, apunto de correrme, pero Agustín se alejó. Me besó los labios haciéndome probar mi sabor.

-Sabes exquisita. ¿Sabías?

-Prefiero el tuyo.

Y sin más apoyé mis manos en su pecho y le empujé para él quedará debajo de mí. Me moví sobre su erección y él gimió. Me senté en sus piernas y bajé su pantalón hasta las rodillas, su miembro estaba erecto y apuntando hacia arriba. Lo tomé entre mis manos y comencé a acariciarlo, él jadeó y cerró fuerte los ojos y los abrió. Lo llevé a mi boca y lo lamí, mi lengua lo recorrió completo y sentí como él se tensaba completamente. Lo metí hasta lo más profundo de mi boca, mientras subía y bajaba mi mano alrededor de su longitud. Acaricié sus testículos y él gimió cuando se los apreté. Estaba a punto, pero no le iba a dejar, me alejé de él y me senté sobre su miembro duro.

-Móntame, Carolina. -Dijo entre dientes. Yo me moví, pero aún él no entraba en mi.- Vamos, linda...

Y con una mano lo puse en mi entrada y me senté encima de él, mientras Agustín se hundía dentro de mí. Ambos gemimos, yo más alto que él. Estaba tan grande, tan... Pensé que me partiría, pero seguí moviéndome. Él me ayudaba a levantarme con su manos en mi trasero. Sentí mis flujos caer y él pudo moverse dentro de mí más fácil.