Capítulo 32

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💟 U L T I M O   C A P I T U L O 💟

(...)

Salimos del ascensor entre risas, Agustín iba detrás de mí con sus brazos rodeando mi cintura, mis manos iban sobre las de él. Cuando llegamos a la habitación él me tomó en sus brazos y yo crucé con los míos su cuello, me besó y abrió la puerta. Yo sonreí y Agustín me llevó hasta la gran cama king, con sábanas blancas y grandes almohadones. Me recostó y con sus manos quitó mis tacones para dejarlos en el suelo. Me miró con una sonrisa que yo le devolví y me besó.

-¿Quieres una copa de champagne? -Me preguntó una vez que el beso acabó.

-Bueno. -Me enderecé y recibí la copa que él había servido.- Por este día. -Dije levantando mi copa.- Porque te amo.

-Porque eres la señora Bernasconi.

-Y porque seremos felices siempre.

-Siempre. -Bebimos de nuestras copas y luego nos besamos, me volví a recostar en la cama y Agustín se posó sobre mí, cuando nos detuvimos con los besos él aprovechó para quitarse sus zapatos y calcetines. Me miró con dulzura y me besó los labios otra vez.

-Te amo.

-También te amo, bonita. -Recorrió mi cuello con sus labios calientes, gemí cuando sentí su lengua en mi oreja.

Sus manos me recorrieron la cintura por encima del vestido mientras sus besos bajaban por mi cuello hasta mi clavícula. Apreté sus nalgas hacia mí para sentirlo más de cerca. Me levanté y quedé sentada sobre la cama, pero me volteé para estar de espaldas a él. Me bajó rápido el cierre y bajó la parte delantera de mi vestido, tomó mis pechos entre sus manos y los masajeó. Gemí ante su toque. Apoyé mi espalda en su pecho mientras él seguía tocándome los senos, sus labios en mi cuello y mis manos hacia atrás en su cabello. Pellizcó mis pezones y gemí ante la sensación. Me soltó y se puso de pie tendiéndome la mano para que yo también lo hiciera, me terminó de quitar el vestido dejándome solo en bragas, porque no estaba usando brasier.

-Al fin. -Jadeó.

Desabroché los botones de su camisa y él se la terminó por sacar, mis manos se fueron directo al cinturón para desatarlo y así desabrochar el botón de su pantalón y bajar el cierre. Él me sentó en la cama y terminó por sacarse el pantalón. Miró mis senos y lamió sus labios, se acercó a mí y los tomó entre sus manos mientras me besaba.

Metí mi mano en el elástico de su boxer y la pasé por el borde, toqué su erección por encima de la tela y sentí como se endurecía. Con ambas manos se lo bajé y dejé libre su miembro que ya apuntaba hacia arriba. Comencé a masajearlo lentamente para darle una pequeña tortura, jadeaba pesado. Dejó de acariciarme y se alejó un poco de mí, me miró con esa sonrisa coqueta que me fascinaba y se sentó en la cama mirando hacia arriba, puso un brazo por debajo de su cabeza y con su mano libre comenzó a tocar su miembro, pasó la mano de arriba hacia abajo con más rapidez de la que yo había usado. Mordí mi labio inferior y me acerqué a él, me coloqué a su costado y lo besé, sentí su mano en mi nuca llevándome más cerca de él, me levanté un poco y me puse sobre él a horcajadas.

-Caro... -Gimió cuando me moví lento sobre él. -De nuevo, nena. -Me mordió el labio inferior. Volví a mover mis caderas, sentí como me mojaba. -Más rápido.

-Espera. -Lo besé y me baje de él, quité mis bragas y las lancé al suelo, volví a colocarme encima de su miembro y me moví más rápido.

En su cama • Aguslina. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora