Capítulo 26

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Corrí con Sol a través de toda la universidad para llegar a la clase de lengua. El profesor Smith estaba a punto de cerrar la puerta cuando llegamos, nos hizo una mueca y luego de pensarlo nos dejó entrar. Nos sentamos riendo y sacamos nuestro cuaderno.

-¿Y entonces lo hicieron? -Preguntó Sol bajito para que no oyeran los intrusos.

-Sí. -Me reí al recordar.- Él es un Dios en la cama.

-¿En serio?

-Si, no sabes como me calienta.

-¡Uy! -Dijo Sol riendo mientras daba un grito agudo.- Me lo vas a prestar uno de éstos días.

-Ni lo pienses.

-Es injusto, él es... Irresistible y Alex es... Es tierno y es mi novio, pero no es tan irresistible como el tuyo. -Me reí negando con la cabeza.

-¿Quién es más irresistible que Alex? -Preguntó Chiara, una de las tantas con quienes nos juntábamos en la universidad.- Porque Sol tu novio está que arde.

-Es el novio de Carolina. Tú no lo viste porque no viniste ayer.

-Típico, uno falta y pasa de lo mejor. ¿Qué pasó entonces?

-Agustín, el novio de Caro vino a verla a la universidad.

-Parecía que estaban peleados. -Dijo Ana uniéndose a la conversación, yo solo las miraba hablar de Agustín.- Pero ellos hablaron y arreglaron las cosas. Caro llegó con él de la mano y una gran sonrisa.

-¿Y él es más irresistible que Alex?

-¿Estás diciendo que mi novio es irresistible? -Le preguntó Sol y Chiara asintió riendo.- Es mío.

-¡Y Agustín es mío! -Le dije a Sol riendo porque ella había hablado de Agustín como sí lo quisiera, Sol se rió.

-Bien, entonces Agustín es mucho más irresistible que Alex. -Dijo Sol.

-Eso es cierto. -Ana se rió.

-Tengo que conocerlo entonces. -Mi teléfono sonó.- ¿Es él?

-Si.

-¡Altavoz! -Gritaron todas y luego miraron hacia adelante para ver que el profesor no estaba, suspiraron aliviadas.

-Hola. -Hablé y puse el altavoz.

-Hola habla Ruggero, Agustín tuvo que volar a Georgia hace 5 minutos, llamo para avisarte.

-¿Cuándo vuelve?

-Mañana en la madrugada.

-¿Estás con él?

-No, Gastón fue con él. -Hubo una pausa.- Yo me quedaré aquí viendo unas cosas en casa.

-¿Está todo bien, cierto?

-Me temo que no.

-¿Qué, por qué? -Todas me miraban intrigadas y yo en mi mente pensaba lo peor.

-Hubo un accidente, a Agustín no le paso nada malo. -Habló rápido.- Él fue a chequear algunas cosas.

-Bien, si hablas con él dile que me llame. -Colgué y todas me miraban.

-¿Y él quién era?

-El guardaespaldas de Agustín. ¡Hey, espera! -Tomé mi teléfono y marqué a Agustín, a los segundos atendieron. Coloqué altavoz.- Ruggero, ¿Por qué estás tu con el teléfono de Agustín?

-Recibiendo llamados de empresarios y atrasando reuniones, Caro.

-¿Y él que teléfono tiene?

-Por ahora ninguno, si quieres comunicarte con él, llama a Gastón. -Colgó y me quedé con el celular en la mano.

En su cama • Aguslina. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora