Volvamos a mi otro calvario, el trabajo, para que les cuente, que como allá también había "gente comedida", no me faltó quién diera el "pitazo" sobre "El Extraño Caso de las Brujas sin Retardos". Y parece ser que nos estuvieron espiando, nunca nos llegaron a pescar in fraganti, pero cuando habrían el reloj checador para limpiarlo saltaban miles de papelitos blancos por todos lados. No recibimos ninguna notificación oficial (léase "amenaza firmada") pero empezamos a ver todos los días a un señor bien arreglado, alto, de bigote, pelo gris ondulado, que siempre estaba junto al reloj. No le dimos importancia; a lo mejor no tenía nada qué hacer y mataba el tiempo viendo correr las manecillas (pensamiento "ingenuo" de muchachas limpias de mente —y de cuerpo también, porque nos bañábamos diario— y conducta "intachable"), pero ay, brutas, S.P.E.N.S.E.*, ¡qué equivocadas estábamos!
*Si Para Eso No Se Estudia
Una mañana tranquila que íbamos escapándonos a nuestro acostumbrado coffe break, nos alcanzó y nos dijo:
—¿Puedo hablar con ustedes?
—Tenemos un poco de prisa, señor—en un tono seguro que hasta parecía aseguro Social.
—No les quitaré mucho tiempo.
—Está bien, diga usted.
—Bueno muchachitas (¡qué bajón!, si nos estábamos dando un taco que Dios guarde la hora) es que ustedes dos me caen muy bien y les quiero decir una cosa muy seria, pero es SECRETA. Se levantó la solapa, se metió las manos a las bolsas y dijo en tono detectivesco: YO SOY INSPECTOR.
—Brrr, brrr, brrr—contestamos. (Miedo)
—Desgraciadamente me han puesto aquí únicamente para vigilarlas a ustedes dos y acusarlas de que llegan tarde, de que hacen trampas en el reloj, de que se salen a tomar café y de todo lo demás.
—Brr, brrr, brrr, pero al cuadrado, señor. (Más miedo)
—Pero las he venido observando y francamente veo que son muy "monas", que N.L.H.D.A.N* —eso sí era cierto—y no quiero perjudicarlas. Las enemistades que tienen son del sexo femenino pues ya me he dado cuenta que a los señores les caen muy bien, y eso se explica por sí sólo.
*No Le Hacen Daño a Nadie
—Ah, pues ya con eso nos ahorramos una explicación, algo es algo dijo un calvo, cuando y pelo le salió.
Y empezó nuestro natural y acostumbrado cotorreo, propiciado por ese "sentido de irresponsabilidad" que nos caracterizaba y auspiciado por la comprensión de este señor.
Ahora la conversación ya estaña acompañada por tres humeantes cafés con crema y pasteles de chocolate, que "tuvimos que aceptarle".
—Cuídense, yo sé lo que les digo, además ésta no es mi profesión (se notaba), en realidad yo soy pintor. Me gustaría mucho hacerles una pintura si ustedes quieren.
Total que nos hicimos cuatísimos y para que no tuviéramos más problemas, quedó en que él mismo nos pintaría la bruja, al fin y al cabo él era pintor, y aunque nunca antes gano pintado brujas, ahora lo haría con mucho gusto.
Cuando volvimos nos preguntaron con mucha curiosidad que qué se traía ese "señor de gris" y les contamos que estaba haciendo una investigación sobre estos "nuevos relojes checadores", que ponen una hora en la carátula y marcan otra en la tarjeta. (Misterios mecánicos)
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Anecdotario de una vida inútil...pero divertida
HumorEscrita por Fulana de Tal, escritora mexicana. Este libro tiene más de 45 años. Y creo que a pesar del tiempo, sigue dando risa. Lo leí porque estaba en mi casa y me dio curiosidad. Espero que les parezca igual que a mí y lo disfruten. ;) Escrito...