* Almas En El Sótano
* Libres y segurosPara esto, acá con los Hijos de Hernán Cortés la vida también era bastante agitada. La sección de baile estaba dirigida por tres maestras, que eran lo máximo y nos querían mucho a Zutana y a mí, las famosas "Misses Dorado"; además de las clases en el club, mi hermana y yo tomábamos clases en su academia. Nos llevábamos muy bien con ellas (hasta la fecha nos quieren horrores)
Un día que estábamos en el ensayo, *P.U.Q.E.P., surgió un pleitecillo entre uno de los del cuadro y yo.
* Por Un Quítame Estas Pajas
Se trataba de que en la revista que circula por la H. Colonia de ese mes yo había salido retratada un "chorro" por una obra de teatro madrileña que representamos en el club, me la vino a regalar el Presidente de Festejos y este imbéciles me la quiso quitar, (no me iba a dejar, ¿verdad?) y no sé cómo fue que yo corrí y él me empezó a perseguir en el preciso momento que entraba Cari, mi hermano, quien al ver tal escena se enfureció y se le echó encima para desbaratarlo (¡esos son hombres, Cari!). Inmediatamente vinieron a tratar de separarlos y de pronto, en menos de 15 minutos, ya era aquello un maremagnum, todos golpeándose con todos (se han de haber aprovechado para desquites personales), volaban sillas, sacos, zapatos, golpes, picardías. ¡Ay, qué horror! Y que entra la Madre Superiora, que nunca iba, ¿se imaginan qué sustazo se pegó? (Para esto yo ya estaba fuera del alcance de todos y para no confundirme me subí al escenario, porque ese tipo de cosas me parecen "muy vulgares"...)
Ya se imaginarán ustedes la reacción del *S.F: "¡Fulana tuvo la culpa de todo, porque esto y esto y esto!...", gritaban algunas "envidiosias", "que la corran del cuadro", gritó Gargarita, la hija de la señora Veneno, secundada por la hija de la Viborel, quienes a su vez estaban azuzadas por sus madres (¡malvadas oportunistas!, pero qué madres)
* Sexo Femenino
A mí no me corrieron pues las Misses Dorado me encontraron "inocente", además de que me encontraron arriba del escenario muy aparte de esa "chusma"...(si no me revolvía con cualquiera, ¡no faltaba más!)
Yo también tenía mis partidarios, no vayan a creer que el *A.E.E.S. de la H. Colonia era Partido Único como en la política, ¡estaríamos fritos! La Oposición que era el L.Y.S. Reacciono rápidamente y se aventó destapada a atender a la Madre Superiora, para explicarle que eso no ocurría todos los días (ah, ¿pos qué fue en mi honor?, ha de haber pensado mi mamá)
Le llevaron una silla, un refresco y ya no sabían qué darme, mientras otros calmaban a Cari y al "imbécil" aquel sé lo llevaron a la cantina, que es donde resolvían todos sus problemas...
En eso se me acerca Machín, el Amo de Todos los Maricas de la H. Colonia, que me odiaba —dicen que estaba enamorado del Conejo— y me dijo:
—¡Estarás muy satisfecha ¿verdad?, pero recuerda que ahora ya no tienes quién te defienda (el Conejo y yo estábamos de vacaciones), me había puesto el dedo en la llaga. Sentí ganas de escupirlo, porque además era cierto. Pero H.D.T.C., le dije:
* Haciendo De Tripas Corazón
—¡Tú qué sabes, idiota! No te vayas a llevar un susto cuando venga a romperte la cara (porque ya varios sé lo habían llevado)
No sé qué sería, si la fuerza del pensamiento o la fuerza del amor, pero al día siguiente estábamos todos en el ensayo como de costumbre y entre paso y paso de Jota y con la gaita como fondo musical, empecé a desear intensamente que llegara el Conejo con esa cara de *P.M.D. Y P.M.D (que yo le veía cuando iba a pelearse por mí)
*Por Mi Dios y Por Mi Dama
(Qué infantil era entonces!)
Era tanta la fuerza de mi deseo que hasta lo imaginé entrar, imaginé hasta el color de su traje, CASI PODÍA OIR SU VOZ preguntándome qué había sucedido anoche y VER su intención de protegerme...estaba tan concentrada en mi pensamiento que me equivoqué en el baile como diez veces...pero valió la pena, porque de pronto...¡se dejó de oír la gaita! (Patricio cooperó para que todo fuera más IMPRESIONANTE y es que él también se impresionó) y a la entrada del salón "resplandeció" la figura del Conejo, con el traje que yo acababa de imaginar, con la cara que yo le quería ve y diciéndome lo que yo quería oír.
Machín se llevó el susto de su vida, salió como alma que lleva el diablo, los del A.E.E.S pasaron un coraje de esos que ya no se usan y en cambio los del L.Y.S. se pusieron muy contentos al ver que el Conejo y yo ya no estábamos de vacaciones.
Ya cuando le platiqué todo (saltándome lo que no me convenía) me dijo orgulloso:
—Es que en esa revista yo era la estrella, ¿verdad?
—Perdóname, Conejo, pero en esa revista la estrella era YO.
Y es que en la del mes anterior "él había salido retratado un chorro" (pero yo no lo sabia), porque además de ser E.H.M.G.D.M, era Campeón de Bolos y cantaba mejor que cualquiera.
*El Hombre Más Guapo Del Mundo.
Como verán los dos éramos unos TRIUNFADORES, por eso habíamos buena pareja y yo creo también que por eso pasó lo que NO PASÓ entre nosotros.
Teníamos cosas padres; claro está que esa noche la Madre Superiora tomó un "café con leche" más "sabroso" que el de la anterior, pero no estaba en un lecho de rosas precisamente, pues mientras más cosas "sobrenaturales" y bellas pasaban entre nosotros, más me dolía tener obstáculos para ser compañera del Conejo per secula seculorum (AAAAMÉN).
Un día conocí a un Señor Obispo, que era casi un santo, no sé por qué le caí tan bien, que se interesó muchísimo en saber mis ilusiones para el futuro y quiso comprender la causa de que algunos días yo tuviera "ojos resplandecientes de felicidad" y otros los tuviera "más tristes que una niña huérfana"...
Como soy muy comunicativa le conté mis amores con detalle y le conté también como me traía a Dios de una Ala (Perdón Dios) para que me ayudara. Y el Obispo, muy calmado, como todos los obispos, me dijo:
—No basta con pedir, hija mía, hay que saber hacerlo, tú háblale a Dios y dile humildemente que te conceda ese amor si te conviene (para tu salvación, como dicen los sacerdotes)
—Ay, Su Excelencia, yo tengo otro sistema, fíjese que yo diario le digo: ¡Dame al Conejo, convenga me o no!
—¿Para tener un fracaso, hijita?
—No, ¡para tener un Conejo!
—¿Y si no funcionara...?
—Con cinco años de felicidad me confirmaría, Excelencia...
El Obispo no se quedó muy convencido de mi sistema y yo creo que Dios, menos...a lo mejor creyó que lo estaba confundiendo con alcalde y no quiso comprometerse. Él sabrá por qué. Cuando nos veamos ya me dará una explicación...a ver si no me pasa como con el negro que fue al cielo a reclamarle por qué lo había hecho así y Dios muy diplomático le explicó que porque en África hacia tanto sol, que otro color de piel no lo hubiera resistido, extensiones tan grandes que atravesar que necesitaba ese tamaño de pies, el pelo tan chino, para que no se le enredara con los arbustos.
—Todo eso está muy bien —le contestó el negro—pero yo nací en Chicago.
—Ay, San Pedro, por qué no les pides su pasaporte, ¡caray!
Yo no tendí alma de víctima y una vez que el Conejo me hizo una de sus "jaladas" en desquite lo dejé plantado en la esquina del club una noche de ensayo. Pero para estar seguras de que iba, Zutana y yo nos paramos en la iglesia que está enfrente, con unos abrigos de mi mama que nos llegaban hasta el suelo y con pañoleta, para no ser reconocidas. Lo vimos llegar puntualazo; empezó a dar vueltas como loco y a preguntarle cosas al portero —que era con quien nos dejábamos recados él y yo—. Total que ya después de una hora, nosotros corrimos a mi casa...
Al día siguiente llamó por teléfono como 15 veces y Zutana le contestaba porque yo no me atrevía, hasta que me dijo: "Ya contestale a tu loco". Nos citamos esa noche. Me dijo tantas cosas, me contó que estuvo a punto de llegar a mi casa porque no podía creer que yo lo hubiera dejado plantado a propósito, hubiera sido muy triste si fuera así. Ay, Dios, pues ya qué le decía: "Cómo crees, Conejo, es qué llegó mi papá y ya no pude salir", ahí le inventé un cuento "más largo que la Cuaresma", porque él estaba cariñosísimo, como seda (una de cal por las que van de arena).
Sería imposible que les contara tantos y tantos detalles que hubo entre nosotros, buenos y malos, tristes y alegres, porque tendría que dedicar todo el libro al M.G.A.D.M.V.** Más Grande Amor De Mi Vida
ESTÁS LEYENDO
Anecdotario de una vida inútil...pero divertida
HumorEscrita por Fulana de Tal, escritora mexicana. Este libro tiene más de 45 años. Y creo que a pesar del tiempo, sigue dando risa. Lo leí porque estaba en mi casa y me dio curiosidad. Espero que les parezca igual que a mí y lo disfruten. ;) Escrito...