||Closer to you|| [AU Omegaverse] Victuuri - SIN EDICIÓN. Terminada

||Capítulo quince||

—Yakov, él es Yuuri Katsuki, mi pareja. Nos vamos a casar lo más pronto posible, tendremos un montón de hijos y viviremos felices por siempre, lo quieras o no. —Finalizó con una sonrisa en forma de corazón y los ojos cerrados.

El imponente hombre que se encontraba detrás del escritorio apretó los puños y gruñó. Tragué saliva y reprimí una risa al mismo tiempo, mientras apretaba la mano de Viktor. El albino no parecía darse cuenta de la medida de sus palabras, y me miró, sin borrar la sonrisa.

—Yuuri, él es Yakov Feltsman. Era un gran amigo de mi padre y nos hace el favor de ser nuestro pakhan mientras yo me caso.

Suspiré. Hice una reverencia ante el serio hombre frente a nosotros.

—Un placer conocerle, señor Feltsman.

Yakov era aterrador. Tenía el rostro de alguien con quien no debías meterte, y ciertamente su tono de voz al hablar, su ceño y hasta su altura imponían orden. Claramente era un Alfa, uno de esos que tenían costumbres de décadas pasadas, y que no se ablandaban por muchas cosas. Me preguntaba si estaba enlazado, y si era así, entonces su Omega debía ser valiente para no temerle a esa persona.

Cuando terminó la presentación y salí del despacho del pakhan temblando de miedo, le comenté a Viktor lo que me había parecido esa persona.

—Bueno, lo conozco desde que nací, así que estoy acostumbrado a él —sonrió, y pasó su brazo por mis hombros, atrayéndome a él—. Mi padre siempre fue cercano a Yakov. Si no me equivoco, fueron compañeros en la secundaria, y conocieron a sus esposas ahí mismo.

—Ah, ¿está casado?

Él puso un dedo en su barbilla.

—Algo así. Ahora mismo su matrimonio está en crisis. Mi mamá murió hace como cinco años, y la esposa de Yakov era muy amiga de mi madre... Mi mamá era como su hermano pequeño. Desde entonces han tenido un montón de peleas.

Fruncí el ceño.

—La esposa de Yakov debe ser valiente.

Viktor rió.

—Puede que no lo parezca, Yuuri, pero un Yakov enamorado es más aterrador que el que acabas de conocer. Su esposa se llama Lilia, y ella sí que da miedo. A pesar de que es Omega, nadie lo sospecharía si la viera. Incluso sus propios padres la confundieron con una Alfa, hasta que conoció a Yakov.

Sonreí.

—Eso suena un poco romántico.

Llegamos a la habitación de Viktor, que ahora también era mía. Nos sentamos en un sofá idéntico al que tenía en Moscú y encendió la chimenea.

—Sí, eso creo. —Me besó en la frente—. Tanto ella como mi madre tuvieron problemas para concebir, así que eso las unió más. Supongo que Lilia siente que ya nada la une con nosotros. Espero que se arreglen, son tal para cual.