||Closer to you|| [AU Omegaverse] Victuuri - SIN EDICIÓN. Terminada

||Capítulo veintitrés||

El salón de la mansión de San Petersburgo fue adornado de una manera un tanto exótica. Adornos de flores naturales decoraban cada pilar, y una enorme y única mesa con manteles de seda y arreglos florales también; las mejores sillas, cubiertos y vajilla de la mansión fueron tomadas para tal ocasión.

La presentación de Viktor como nuevo pakhan ante nuestros socios.

Y la presentación oficial de Akim como opekun, heredero de la familia Nikiforov.

Las sirvientas habían llegado a mi habitación bastante temprano para arreglarme. También era la primera vez que me presentaba como esposa de Viktor, así que debía estar perfecto e impecable. Me peiné el cabello hacia atrás, me quité los anteojos, vestí un traje que mi esposo me compró en nuestro regreso a Rusia; me entrenaron para permanecer sereno todo el tiempo, lo cual no fue tan difícil, tomando en cuenta que había actuado cuatro años para la mafia italiana.

Akim también había sido vestido de gala, con una especie de traje de algodón que lo hacía verse más adorable de lo que ya era; su cabello había crecido rápidamente y los brillantes ojos azules miraban con curiosidad su entorno. Resultó ser un niño tranquilo, incluso cuando le vacunaron y le hicieron el examen de género, en el cual resultó ser un Alfa.

Antes de salir de nuestra habitación, Yuri entró un poco alarmado, respiraba de manera agitada. Cerró la puerta, caminó hacia las ventanas y también las cerró; se movía de un lado a otro en la habitación, encontrando la mejor manera de decirme lo que ocurría.

—Él está aquí —informó.

—¿Quién?

—Se llama Igor Rozenfeld, Otabek cree que él podría ser.

Tragué.

—El viejo lo invitó porque es uno de los socios más importantes que tenemos. Tiene varias influencias con la mafia coreana, y trafica heroína y cocaína. Su red no es muy grande, suponemos que tiene menos de quinientos hombres bajo sus órdenes, pero igual puede ser algo... Irritante.

Suspiré antes de tomar a mi hijo en mis brazos. Él balbuceó algo, alegre, y se pegó más a mí, abrazándome por el cuello. Estaba algo cansado, Akim se había mantenido despierto toda la noche, tal vez porque nos percibía nerviosos a Viktor y a mí. Si bien no había llorado o se había quejado, cuando amaneció comenzó a irritarse un poco y llorar si yo o mi esposo no estábamos cerca. No había dejado que Yuri lo alzara, y cuando las mucamas lo vistieron, tuve que mirarlo de lejos para que no empezara con su llanto.

—Puede no ser él.

Yuri bufó.

—Sí, pero es lo más probable. Viktor no te va a decir nada hasta que estés enfrente de esa persona, o quizá no. Puede que nunca te enteres quién es la persona que quiere tu feromona, y por eso es que tienes que averiguarlo por tu cuenta.