Sell Boys

Capitulo 13

Antes de empezar con la historia quisiera hacerles unas preguntas.

1. ¿Quisieran que haga los caps más largos o así está bien?

2. ¿quieren que haya más drama?

3. ¿Les gustaría que cambiara algo de mi estilo de narración? (Comenta que)

Y también me gustaría que pusieran en los comentarios que les gustaría que se añadiera a la historia. Y sin más dilación, el capitulo.

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En cuanto llegaron a la habitación el mayor hizo que el menor se sentara en la cama para luego besarlo desesperadamente. El pobre chico, inexperto en este tipo de cosas lo único que podía hacer era corresponder el beso, estaba nervioso y la inseguridad invadía su mente "¿Y si luego de esto me desecha?" "¿Y si no le termina por gustar mi cuerpo?" eran algunos de los pensamientos que rondaban por la cabeza del menor.

Por otro lado el mayor solo estaba dejándose llevar, también se sentía un poco inseguro pues era posible que Akio lo odiara si terminaba pasándose. Dejó de besarlo y bajó hasta su cuello lamiendo suavemente la delicada piel de este, por alguna razón el sabor que tenía le resultaba adictivo al mayor. Cuando lo lamió el menor no pudo evitar soltar un leve gemido a lo cual el mayor sonrió totalmente satisfecho para luego empezar a retirar la camisa del menor, por un momento se quedó viendo fijamente los ojos esmeralda del menor, estos parecían brillar por el reflejo de la luz y el tono rojizo de sus mejillas lo hacían ver casi perfecto. El mayor siguió viéndole por un rato para luego terminar de quitarle la camisa.

El menor empezó a temblar levemente por los nervios que parecían aumentar por cada acción que el mayor llevaba a cabo. Al notar esto Kirt se detuvo al instante, abrazando al menor con cariño mientras le susurraba - Tranquilo, no voy a hacerte daño -. Ante esto el menor paró de temblar pero la mayoría de los nervios e inseguridades seguían con él. El mayor al notar que había parado de temblar decidió proseguir con su trabajo llevando una de sus manos a uno de los botones rosados del menor, presionó suavemente este y sonrió satisfecho al oír un gemido proveniente del menor.

Luego de oír este gemido volvió a presionarlo deseando volver a escuchar la tierna voz del menor, cosa que funcionó tal como lo esperaba. Se agachó quedando a la altura de estos y lamió uno mientras el otro seguía pellizcándolo. El menor no podía contener sus gemidos, aquella nueva experiencia le resultaba muy placentera. Tenía sus ojos levemente cerrados y su boca levemente abierta por los gemidos.

El mayor hizo un recorrido con su lengua hasta el ombligo del menor lamiendo con cariño el contorno de este, luego de unos segundo volvió a bajar hasta donde empezaba el pantalón del menor. Desabrochó este y lo retiró del cuerpo del menor. Se alejó un poco del cuerpo de menor para disfrutar mejor la vista del chico semi desnudo, de por sí esta vista era erótica pero lo que hacía perder la cordura al azabache era el rostro del menor que incluso en unos momentos como esos seguía sin perder su ternura.