Capítulo 25

312 36 16
                                        

-- Venga, Draqui. No te enfades, le dije doncel porque no sabía como referirme a él -- Dijo el mayor mientras caminaba tras el rubio, rogando que le perdonara por haberle echo enfadar.

-- Tampoco tenías que decirle así, ¡Y no me llames Draqui! --

Lo abrazó por la cintura impidiendo que siguiera huyendo -- ¿Por qué?, si eres mi pequeño y tierno Draqui -- Dijo mientras besaba tiernamente su mejilla.

-- ¡Esto no funcionará!, sigo enfadado -- Dijo mientras intentaba soltarse del agarre del mayor, mientras intentaba ocultar su demasiado notable sonrojo.

-- Venga ya, no mientas. Sé que quieres que continue con más besos -- Dijo mientras lo abrazaba más fuerte y se acercaba a su cuello. El rubio se quedó en silencio mientras que sus nervios iban en aumento.

-- Dime donde fue tu amigo -- Susurró en el cuello del menor mientras besaba la piel del chico.

-- N-no lo sé, s-simplemente dijo que huiría, n-no dijo a donde -- Se quedaba quieto, dejandose llevar por los besos que le brindaba el mayor.

-- ¿Entonces por qué dijiste que no sabías nada?--

-- Le p-prometí que no diría nada... Además él dijo que Kirt no iba a preocuparse... Se veía herido... ¿Qué le hizo Kirt a mi amigo? -- Preguntó alejandose del mayor, mirandolo fijamente a los ojos con una mirada fria.

Suspiró levemente -- Kirt... No amba a Akio, sólo fingió para que sus padres le dejaran en paz... Ultimamente empezó a sentirse culpable por jugar de esa forma con alguien y empezó a ignorarlo, tal vez esa sea la razón -- Dijo mirando a otro lado, le había prometido a su amigo que no diría nada, pero no era capaz de ocultarle nada al pequeño rubio.

---------------

Se había quedado dormido en el autobus en que viajaba, no tenía idea alguna de donde se encontraba. Pero había cumplido su objetivo, estar lo más lejos de allí posible. No puso cuidado en que autobus subió, lo único que hizo fue subirse al primer autobus que pasó frente a él. Le dolía la cabeza, se sentía mareado y con hambre. Pero eso le resultaba de poca importancia en esos momento.

-- Chico, esta es la ultima parada -- Anunció el conductor del autobus, Akio era el único que había en aquel vehículo.

-- G-gracias -- Dijo con la voz entrecortada mientras baja de este. Sentía que se desamayaría en cualquier momento, pero esto no le importó. Lo único que hizo fue empezar a caminar sin rumbo alguno.

Unas horas de caminata después decidió sentarse junto a la carretera a descansar un rato, abrazó sus piernas y empezó a llorar en silencio, no sabía donde ir. Estaba sufriendo, tenía hambre, sed, cansancio, mareos. Y lo peor de todo, un corazón roto.

Sell Boys Donde viven las historias. Descúbrelo ahora