Capítulo 35.

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Habían pasado algunos días desde que el pequeño Akio logró salir del hospital. Cómo es obvio el estómago de estaba un poco hinchada por el embarazo. Ambos habían logrado recuperar su relación o en su mayoría, Akio aún no se sentía  demasiado seguro de amar libremente al mayor. Ambos dormían juntos, eso nunca dejaron de hacerlo. La primera noche lo intentaron pero Akio no pudo dormir en toda la noche, se sentía inseguro además de tener pesadillas.

— ¿Quieres comer algo? — Preguntó el mayor mientras abrazaba con ternura al pequeño e indefenso chico. Estaban en aquella posición pues ambos acababan de despertar. Esto gracias a la brillante luz matutina del sol.

— Sí... Tengo un poco de hambre. — El mayor de levantó de la cama casi al instante luego de oír eso, caminó hasta la cocina para empezar a prepararle un buen y nutritivo desayuno a Akio, después de todo por el embarazo no podía hacer muchas cosas por él mismo.

Pasaron los minutos y ahora estaban ambos sentados en el comedor mientras disfrutaban de su desayuno juntos, aunque habían pasado por bastante juntos, en especial por aquella situación que a ambos les dolió no se sentían incómodos uno cerca del otro, más bien era como si eso jamás hubiera pasado, como si aún siguiera todo igual a cómo era antes de que Kirt admitiera la verdad, pero no todo puede ser tan perfecto, por mucho que no fuera incomodo para ninguno de los dos tampoco de sentían demasiado cómodos siendo cariñosos además de los abrazos, especialmente Akio. Le alegraba tener un hijo con Kirt, pero eso también lo hacía sentirse presionado a amar verdaderamente a Kirt, por su hijo.

~ 💘 ~

Su relación es casi perfecta, el rubio constantemente tenía que golpear o insultar a Will, se pasaba de pervertido. Después de que dejó que hiciera lo que quisiese la primera vez no dejaba de insistir que le permitiera hacerlo nuevamente, no es que no le gustara. Pero el hombre se dejaba llevar a veces llegando a lastimar al pobre rubio. Y tenía miedo de esto, tenía miedo de que lo siguiera lastimando, de quedar invalido por el resto de su vida.

— Vaaaamos~ prometo ser gentil~ — Pedía de rodillas el mayor, tomaba con suavidad la mano del rubio para luego besar esta con suavidad.

— No, siempre prometes lo mismo y siempre termino demasiado adolorido, algunas veces sangrando levemente —
Respondió con seriedad retirando su mano de la cercanía del hombre mientras lo miraba con un leve toque de furia.

— Pídelo cuando realmente aprendas a dejar de ser una bestia —

El rubio tragó saliva y se organizó la camisa mientras se levantaba, suspiró resignado mientras sacaba algo de su bolsillo. — No quería llegar a esto... Pero eres demasiado tsundere — Le puso unas esposas al rubio mientras lo subía a su hombro para luego caminar hasta la habitación. — Tú te lo buscaste~ —  dijo entre risas al notar lo desesperado por liberarse que estaba el rubio.

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