The Story of my Life [INTERRUMPIDA]

Capítulo 37

- Nos vemos luego - y me dio un beso.

- ¡Adiós! - le grité.

- ¡Álex! - le grité a mi amiga.

- ¡Nara!

- ¿Qué tal?

- Muy bien.

- ¿Vamos a clase?

Ella puso un puchero y yo la llevé a empujones a clase. Allí estaban África y Raquel.

- ¡Hola! - nos saludó África.

- Hola.

- Hola.

- ¿Qué tal?

- Todo guay - dijo Álex.

- ¿Todo guay? - pregunté.

- Quería ver como sonaba... - contestó Álex.

- No lo vuelvas a decir - le respondió África.

- Hola - nos saludó Raquel.

- Hola - dijimos a coro.

- Sentaros señoritas.

- Pst... Álex ¿qué haces después del insti?

- Castigada.

- Pst... Raquel...

- Ocupada.

- Pst... África ¿después tienes algo qué hacer?

- No.

- ¡Bien!

- ¿Pasa algo señorita Nara? - me preguntó el profesor.

- No... es que... tenia bien el problema.

- Me alegro por usted, pero le pido que la próxima vez no lo diga con tanta euforia con que ponga una ''B´´ roja en la libreta bastará.

- Sí señor.

Él continuó la clase y sin darme cuenta ya era el recreo.

- ¿Venís? - les pregunté a Raquel y a Álex.

- No puedo amor exámen de Alemán, tengo que ir a la biblio - me respondió Álex.

- ¿A dónde? - preguntó Raquel.

- Al patio - le respondí.

- Nah me quedo aquí arriba.

- Bueno yo bajo, ¿vienes Áfri?

- Sí, hoy hace buen día.

- Adiós - le dijimos a Raquel.

- ¿Dónde quedamos por la tarde? - le pregunté a África mientras bajábamos las escaleras.

- A mí me da igual... ¡Eh ya caminas!

- Pff...

- ¿Qué?

- Nada - dije riéndome.

- ¿Entonces qué hacemos?

- ¿Maratón de pelis en mi casa?

- ¿Me quedo a dormir?

- Si te dejan...

- Vale, estaré allí a las siete.

DIN DON

- Tenemos que ir a clase.

- Ya...

Las siguientes horas se me pasaron volando, cuando me quise dar cuenta ya estaba guardando las cosas en mi mochila.

- ¡Hasta luego!

- ¡Chao!

- ¡Nara! - me gritó Álex.

- Ah hola - le dí un beso.

- Vamos a casa anda.

- Vale. ¡Ah por la tarde viene Áfri!

- Y Zenas con ella.

- ¿A si?

- Sí.

- Bueno, cuantos más mejor.

Nos besamos mientras cocinábamos, casi se corta un dedo pero al final, hicimos unos deliciosos tacos.

- Tenemos que montar un restaurante - me dijo.

- Sí - y le volví a besar - ¿qué pelis veremos?

- No sé, vamos a casa de Zenas.

- Ahh... ¿Pero no venían ellos?

- Sí, pero acabo de llamar a Zenas y le dije que íbamos nosotros.

- Pues, en ese caso... ¡Voy a prepararme!

-¡Pero si son las 4! ¡Ven aquí! - dijo con una sonrisa pícara.

- Esta bien...