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— ¿Gee?

— ¿Uh? —hace un sonido con la garganta, dejando una de las cajas en el suelo.

— ¿Estás bien?

—Uhm, ¿sí? —frunce el ceño—. ¿Por qué?

Bert encoje un hombro.

—Bandit.

Se detiene, captando su punto. Bert es uno de sus mejores amigos desde la secundaria. Él se quedó con Gerard cuando Lindsey murió y estuvo siempre para Bandit, al igual que Ray, al igual que Mikey y al igual que Kristin, porque Kristin no puede faltar. Cada cumpleaños Bert lo ve igual, pero no dice nada, eso lo sabe. Por alguna razón, lo ha hecho esta vez.

Y joder, lo conoce. No está bien. No del todo.

—Mi hija cumple dieciséis, Bert —encoge su hombro—. Es ley de vida. No iba a ser una niña por siempre.

—Pero estás pensando en otras cosas, ¿no es cierto? Gerard, te conozco.

—Ya lo sé —suspira cerrando la puerta de la cajuela. Se recuesta de ella—. ¿Qué te puedo decir?

—Estás pensando en Lindsey, ¿cierto?

Suspira pesadamente.

—Siempre pienso en Lindsey, Bert. Siempre. La veo cuando llega del colegio. La veo cuando sonríe. La veo cuando duerme, cuando hace su tarea, cuando bromea conmigo y cuando me dice que me ama. ¡La veo todo el tiempo, porque Bandit es idéntica a ella, en cada mísero rasgo y hasta personalidad!

—Claro —asiente cabizbajo—. Sabes que nosotros siempre estaremos aquí, ¿cierto? Somos nosotros seis contra el mundo. Y que si en algún momento decides hacer algo por ustedes, también los vamos a apoyar.

— ¿A qué te refieres?

—Que a pesar de todo siempre estaremos juntos. Nosotros seis. Así yo tenga una familia algún día, Kristin deje a la basura que tiene como novio y Mikey y Ray decidan hacer algo por ellos también. Tú no puedes quedarte estancado, Gee. Estaremos juntos siempre, pero no significa que nada vaya a cambiar.

— ¿Insinúas que necesito una pareja?

—O puede que Bandit en algún momento se enamore y decida tener un novio. Nunca sabes. Pero dejarán de ser sólo ustedes dos en algún punto, y debes estar listo.

—Lindsey tuvo a Bandit a los dieciséis, Bert, y no estoy comprendiendo qué mierda es lo que estás intentado decirme. ¿Insinúas que mi hija en cualquier momento se conseguirá un novio y saldrá embarazada? Robert-

— ¡Mierda, Gerard, no estoy insinuando nada! ¡Sólo intento animarte, porque quieras o no, están solos!

— ¡Acabas de decir que los tenemos a ustedes!

— ¡Sí, pero no de la manera en la que ustedes necesitan! ¡Porque todos vamos a tener una familia un día y no seguiremos viniendo en todos los cumpleaños a primera hora de la mañana! ¿Ahora sí comprendes?

— ¿Sinceramente? No. Pero está bien. Déjalo así. Mi hija y yo no necesitamos a nadie, Bert. Bandit es feliz conmigo, yo soy feliz con Bandit, es lo que cuenta. No necesitamos a nadie más.

Toma las cajas en el suelo con esfuerzo y se encamina a la entrada. Lo escucha bufar y luego decir por lo bajo:

—Ni siquiera entiendo cómo es que Mikey y Ray siguen juntos. Mikey estaría mucho mejor con alguien como yo.

—Eso es algo que debes hablar con él, no conmigo —le contesta alzando su voz. Y no lo ve, pero puede asegurar que le ha sacado ambos dedos del medio.

parenting › frerardDonde viven las historias. Descúbrelo ahora