Contratada para casarme © BORRADOR

Capítulo 3

Luka Ferrara

Una semana después del incidente del restaurante, me veo en la obligación de viajar a Venecia.
Mi abuelo, el poderoso hombre de negocios, falleció de un infarto el día de ayer dejando a mi familia y a mi destrozados.
Mi nonno fue como un padre para mi, luego de que mi propio padre nos abandonara para irse con otra mujer. El no haberme podido despedir de él, me ha dejado un vacío inmenso.
Le pedí a Raúl, mi amigo, que viniera conmigo y este aceptó con gusto. Con él nos conocemos desde pequeños y mi nono para él era como su segundo abuelo.

- ¡¿qué?! - interrogo después de escuchar la locura que mi abuelo ha dejado por escrito en su testamento.

El abogado me observa con los ojos entrecerrados por una milésima de segundo y luego vuelve la lectura.

- repito para que no queden dudas. El señor Tomás Ferrara deja algunas de sus acciones a su hijo Francesco Ferrara y a su nieta Tiffany Ferrara. Las empresas de New York, Madrid e Italia, quedarán a cargo de su nieto: Luka Ferrara. Para que esto se cumpla, el señor Luka Ferrara deberá casarse en un plazo de seis meses. Luego de que contraiga matrimonio, deberá convivir con su esposa durante año y medio. En ese lapso deberá concebir un hijo con ella - abro mis ojos tan grandes como ellos pueden.

- ¡Pero eso es una locura! - grito al tiempo en que me levanto de un salto de la silla. Esto hace que los presentes me miren asombrados - ¡no estoy de acuerdo, no lo haré!

- ¡Luka, por favor cálmate! - exclama mi abuela

- ¡¿Cómo me pides que me calme?! ¡No te das cuenta que esto es una locura!

Raúl se levanta de su silla y se acerca a mi :- Luka, será mejor que te sientes y te calmes - susurra mi amigo - no puedes hacer nada, eso ya está marcado en el testamento y firmado por tu abuelo — miro fijamente a Raúl.

—¡Pero no te das cuenta que esto es una locura!

— si, lo sé. Pero intenta calmarte.

Me siento con la mandíbula tensa, mientras niego con la cabeza.

Tras unos segundos mi abuela, dice: — puede continuar abogado.

— De no cumplirse dicho acuerdo, las empresas antes mencionadas pasarán automáticamente al señor: Francesco Ferrara, haciendo que Luka Ferrara pierda la totalidad de las empresas - abro mis ojos e inmediatamente miro a mi padre. En ese momento veo como la comisura de sus labios se elevan.

- ¡¿Qué?! - exclamo desde mi silla.

Intento levantarme, pero mi amigo agarra con fuerza mi brazo.

- no tienes escapatoria, Luka. Es lo que tu abuelo ha marcado y no puedes hacer nada. Será mejor que te calmes y hagas lo que te dice el testamento ¿Quieres perder todo?

- Claro que no, pero no estoy dispuesto a casarme y menos tener un hijo ¿Tú has escuchado esa locura?

— si, Luka, pero no tienes alternativa.

— ¿No hay otra opción? — le pregunto  al abogado. Este me mira por arriba de sus lentes.

— lo siento señor Ferrera, pero eso fue lo que pacto su abuelo. Para poder mantener la empresa deberá casarse y tener un hijo — un frío me recorre la espalda. Con una de mis manos toco mi frente.

— tu abuelito no era tan santo como creía - susurra Raúl.

— no me causa gracia

Al finalizar la descabellada lectura, mi padre se acerca a mí con una amplia sonrisa. Veo como está disfrutando de mi desgracia.