Capítulo 18

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- ¿Judith?-  se detiene en seco y lentamente se gira sobre su eje.

- estoy aquí, casada contigo para que puedas salvar tu culo y que no pierdas tu  empresa - dice mirándome a los ojos - y ahora tengo que soportar a tus amantes y peor aún, verte a ti coquetear con ellas - entrecierro los ojos mientras la observo. Sus palabras me demuestran que siente celos de Daiana.

- no estaba coqueteando con ella.
Sólo quería saber que estaba haciendo aquí. Creo que mi padre está detras de todo esto. Él es capaz de hacer lo que sea por quedarse con las empresas Ferrara.

- ¡ah! ¿y es por eso que dejas que te toque la mejilla?

- ¿estás celosa Judith? - susurro acercándome a ella.

- No ¿porque he de estarlo? Soy tu esposa ¿que pensarán los demás de mi si te ven coquetear con otra? - pregunta
- que estoy loco - murmuro en sus labios - por unos instantes pensé que estabas celosa, porque...

- se equivoca señor Ferrara, no todas las mujeres caemos rendidas a sus pies como está acostumbrado - me corta - y si me permite quiero volver al apartamento - dice apartandose de mi lado.

   Al día siguiente nuevamente al despertar, descubro a Judith con su brazo sobre mi pecho y una de sus piernas pasándo por encima de las mías. Aún puedo sentir su perfume a vainilla que se introduce en mis fosas nasales, embriagándome, enloqueciendome.
Deslizo la vista por su cuerpo. El pijama de satén se ha puesto de mi lado tapando solo una porción de sus muslos dejándome deleitar con ellos.
Cuando estoy a punto de acariciar sus cabellos rojizos, abre los ojos lentamente. Al descubrir la forma en la que está pocisionada se retira rapidamente dejando un vacio en mi.

Un sonido proveniente de mi móvil me aparta de mis pensamientos y sin dudarlo lo cojo. Una leve sonrisa se aparece en mi rostro al descubrir que se trata de mi hermana.

- hola!

- ¡Hola, hermanito de mi corazón!- pronuncia - ayer te olvidaste de despedirte de tu Only sister -  se carcajea-  La canción de Pablo al parecer hizo efecto - <<ojalá, pero no>> pienso  - cuando te busque ya te habías ido

- si, no podía aguantar las ganas de estar con mi esposa... - en ese momento Judith sale del baño con su pijama de satén que la hace ver muy sensual. Sin poder apartar la vista de ella, balbuceo - y de hacerle el amor. Tenerla entre mis brazos y hacerla mía una y otra vez - ella me mira con los ojos como platos en tanto sujeta en sus manos una tela negra. 

Un silencio se hace presente entre los tres. No puedo quitarle el ojo a mi esposa, se ve tan hermosa así. Intento contenerme, siento como mi miembro comienza a cobrar vida en tanto mi respiración se vuelve más agitada.

- ¿Luka? - escucho la voz de mi hermana del otro lado de la linea haciendo que aparte los ojos de Judith.

- disculpa. ¿Decías?

- no quería saber lo que ibas a hacerle a tu esposa, pero bueno - se mofa Tiffany.

- lo siento. Es que...

- nada Lukita. No quiero que entres en detalles - me corta - te amo, pero tu vida sexual no me interesa - se burla

- y a mi no me interesa contartela - confieso - ¿hoy nos vemos Tiffany?

- me encantaría, pero debo hacer algunas cosas antes de volver a Italia.

-¿y cuando vuelves? - interrogo

- a más tardar el martes. Pero no te libraras de mi tan fácil hermano porque estaré en Madrid para el cumpleaños de Sofía -  confiesa Tiffany

- eso espero rubiales - mi hermana comienza a carcajear.

- hace mucho que no me llamas asi Lukita - confiesa Tiffany.
Una leve sonrisa se forma en mi rostro cuando recuerdo que de pequeños mi hermana y yo nos llamábamos por esos nombres.

- ¿Luka? Sin que lo tomes a mal quisiera preguntarte sobre lo que mi abuelo te ha pedido. Tienes casi diez meses para dejar a tu esposa en cinta. sabes que si eso no se cumple perderás la empresa - cierro los ojos << gracias Tiffany por recordarlo >> Creo que al este paso que voy, todo pasará a ser de mi padre.

- estamos en eso, pero por favor, no sigas con lo mismo y no le digas nada a Judith  - murmuro una vez que mi esposa está en el baño.

- ¿porque? ¿No le has dicho nada? Creo que si te ama no tendrá problema en hacerlo - << pequeño, gran problema hermana>>

- claro que se lo dije, pero ese es un asunto entre ella y yo. Es un tema bastante delicado - confieso - recuerda que también está Sofía a quien debo preparar.

- si , lo entiendo. Puedes estar seguro que no volveré a decir nada más - respiro aliviado con su confección.

- y por favor dile a la abuela lo mismo porque cuando vaya a Madrid comenzara a preguntar sobre el bebé y Judith no esta del todo convencida. Ser madre no estaba en sus planes

- por supuesto.

Como una flecha, Daiana aparece en mi mente. Necesito saciar mis dudas y es por eso que le pregunto a Tiffany lo que ronda por mí cabeza desde ayer

- quiero hacerte una pregunta.

- si es sobre cuando me casare o cuando saldré con él pelmazo de tu amigo Raúl ya te digo que nunca jamás

- no es sobre eso. Es sobre Daiana López ¿la recuerdas?

- si mi hermano. Ella era tu amiga en la cama. Recuerdo que cuando la viste en un desfile al cual te obligue a ir quedaste tonto por ella, pero no comprendo porque preguntas por ella. ¿piensas serle infiel a Judith? - cuestiona - te prohibido que lo hagas si me entero de que lo haz hecho dejas de ser mi hermano - ruedo los ojos. Mi hermana y sus tonterías

- descuida si quisiera hacerlo ya lo hubiera hecho ayer

- ¿ayer? - esa pregunta que me deja desconcertado

- si, ayer en tu fiesta.

- pero si yo no la invite - frunzo el ceño en tanto me siento en el borde de la cama.

- ¿como que no lo hiciste? Ella me aseguro que tu la habías invitado.

- te ha mentido, Luka. Jamás invitaría a esa tía porque no me cae. Es tan pedante - confiesa Tiffany - sinceramente no se como haz podido estar con ella.

- ella es pasado -  la puerta del baño vuelve a abrirse y Judith sale de adentro de este envuelta en un albornoz blanco. Sus cabellos rojizos ahora húmedos, caen sobre sus hombros.

- si te hubieses casado con ella en vez de con Judith el pésame te lo hubiera dado a ti ¡por Dios! ¡Que tía! - exclama Tiffany del otro lado.

- ¿entonces como Daiana tenía invitaciones? No comprendo

- alguien tuvo que hacerla entrar sin que yo me diera cuenta - confiesa - ahora que recuerdo, nuestro padre estaba muy interesado en la fiesta... Pero principalmente en ti

- ¿interesado en mi? - interrogo con los ojos entrecerrados.

- si, antes de ayer me llamo para saber si tu irias a la fiesta y con quien - confiesa Tiffany - le dije que aún no había hablado contigo y que si ibas seria solo. No sabia que Judith vendría a Estados Unidos ¿piensas que tuvo algo que ver?

- no lo dudo, Tiffany  - Fijo la mirada en un punto en tanto intento ordenar las ideas en mi cabeza. Mi padre Francesco Ferrara hará hasta lo imposible para separarme de Judith.

Contratada para casarme © BORRADOR Donde viven las historias. Descúbrelo ahora