¿Qué pasaría si de la noche a la mañana un contratro cambiara tu vida para siempre?
Judith Colman es contratada por el empresario Luka Ferrara luego de enterarse que está a punto de perder su empresa.
Ella, una mujer libre en donde el compromiso no...
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Me retiro antes de la empresa, no estoy de humor para quedarme, soportar los distintas quejas de los socio y menos de Raúl, que seguramente se presentará en mi oficina en cualquier momento. Mi padre me ha dejado con los pelos de punta y el humor por el piso ¡maldición! ¿Hasta dónde es capaz de llegar mi padre?. Sin dudas su ambición es más importante que sus hijos. Antes de abandonar la empresa me ocupo de hablar con mi amigo doctor en New York, el cual está dispuesto a tratar al padre de Judith lo antes posible. Me encargo de todo para que puedan irse al día siguiente.
Al llegar a la casa me encamino hacia la habitación en donde me doy un baño intentando calmar la rabia que llevo dentro. Mi padre es lo peor y no parará hasta verme hundido. Cuando salgo del baño veo a Judith acostada con la laptop en su regazo, e inevitablemente miro hacia el duro sillón en el que me toca dormir. <<Ojala toda esta mierda termine pronto>> pienso molesto. Sin importarme nada, me quito la toalla quedando frente a ella como dios me trajo al mundo. Me vale madre lo que pueda decir, no estoy de humor. Sin más, me dirijo hacia la cómoda para elegir ropa interior.
--- ¡Luka! ¿podrías vestirte por favor. --- escucho la voz de Judith detrás de mí y lentamente comienzo a darme la vuelta. Observo que me mira con los ojos muy grandes mientras la miro para fulminar
-- te aclaro que esta es mi habitación y puedo andar como se me dé la gana, señora.
---- y yo le aclaro señor, que no deseo verlo así.
---- ¡no me mires!
Judith se levanta de un salto de la cama y se dirige a mí a paso agigantado. Sin darle importancia me giro y sigo con lo que estaba haciendo.
--- le recuerdo señor Ferrara que yo también duermo aquí y la verdad no tengo ganas de verle en cueros --- me carcajeo
--- ¿por qué no? ¿acaso te excita verme así? --- interrogo con sorna
Judith comienza a carcajearse --- te equivocas -- dicho esto recorre mi cuerpo con la mirada hasta que al llegar a mi sexo deja de reír --- no me provoca nada.
--- no te creo --- ella levanta la vista mirándome con una sonrisa de lado.
--- yo no soy como sus AMANTES a las que puede cautivar si se muestra desnudo --- La miro serio con los ojos entrecerrados --- quizá deberías llamar al numero que tienes en la tarjeta, a la tal Ana -- rápidamente la tarjeta que la joven morena me entrego hoy en la mañana se aparece en mi mente --- tal vez ella si se emocione al verle -- susurra cerca de mi rostro y eso me hace liberar una leve carcajada.
--- que curiosa a resultado señora Colman. Al parecer le gusta husmear en lo que no le importa --- Judith me mira con los ojos entrecerrados a punto de estrangularme.
--- se equivoca, poco me importa saber sobre su intimidad. encontré en el suelo la tarjeta.
--- sí, es porque tengo muchas mujeres a mis pies --- dicho esto me paro con mi sexo frente a ella. Noto como Judith comienza a ponerse nerviosa --- hoy por ejemplo saldré a pasarla genial con Ana, porque no sabes.. Esa mujer es una belleza ---- señalo el tamaño de sus senos con mis manos. Veo que aprieta sus manos y mandíbula con fuerza --- como esto de acostarme contigo no está en el contrato, debo saciar mis ganas en otros lados.