Contratada para casarme © BORRADOR

Capítulo 37

Luka Ferrara

Esta tarde ha sido bastante intensa para mí. Desde llevar a Judith a conocer una parte de mi amada Italia hasta tener que comportarme como un esposo locamente enamorado de mi esposa. Algo que en realidad es en partes cierto. Estoy loco por Judith, pero se que cuando esto acabe por más que la quiera debo dejarla ir.

Por otro lado la loca de mi hermana me ha pedido que lleve a mi esposa a Roma como parte de nuestra luna de miel, pero se que si no lo hago tendré que escuchar su discurso.

Resoplo una y otra vez, esto es demasiado para mi.

Una vez que llegamos al hotel, nos despedimos de Tiffany e ingresamos en la habitación que debemos compartir para que mi hermana no desconfíe de nada.
Segundos después de pedirle a mi esposa que comience a vestirse para la fiesta, ingreso en el baño en donde me permito darme una ducha relajante por casi media hora. Esta noche será muy especial, ya que uno de los socios más importante que he tenido, es el organizador de la fiesta de disfraces que acudiremos en dos horas.

Una hora después, estoy convertido en Drácula. Tan solo espero que Judith haya conseguido un traje acorde a la ocasión, porque conociendo a esa cabezotas que le fascina llevarme la contraria puedo esperarme cualquier cosa.

Miró el reloj, el cual arroja que son casi las 8pm, algo tarde para mi agrado. Será mejor que vaya a buscar a Judith ahora mismo.
Golpeo con firmeza la puerta de Tiffany, y al cabo de unos segundos, la veo asomar su cabeza.
Al ingresar al lugar un importante desorden choca con mis ojos, algo que me molesta demasiado.
Giro mi cabeza hacia mi izquierda y descubro a mi esposa sentada, quien me observa por el reflejo del espejo. Veo que en su cabello ahora castaño descansan unos delicados rizos, que realmente la hacen lucir hermosa.
Judith se levanta lentamente y una vez en pie, se gira sobre su eje. Mis ojos se abren inmediatamente cuando descubro que lleva un traje negro de látex que se ajusta a la perfección a sus perfecta curvas. No puedo evitar mirarla de arriba abajo y pensar en ir corriendo hasta ella, tomarla por la cintura, besarla y hacerla mía una y otra vez. Esta mujer se ha vuelto mi puta debilidad y verla así vestida hace que mi miembro se hinche y golpee fuerte contra la cremallera de mi pantalón.
Tan solo saber que todos los hombres podrán disfrutar las vistas o desnudarla con la mirada me enloquece, me hace hervir la sangre. Ella es mi esposa, mi mujer, ella es solo mía.
Quince minutos más tarde, luego de discutir con Judith sobre su atuendo nos ponemos en marcha al hotel en donde se realizará la dichosa fiesta. Durante el viaje no hemos hablado de nada, a tal punto en que el silencio se vuelve tajante entre los dos.
Detengo el coche frente a un hotel con una fachada que me dice que es un lugar bastante elegante. sin dudas el hombre con el que trato es bastante rico, quizá hasta más que yo.

Al descender del vehículo me acerco Judith a la cual cojo de la mano e inmediatamente comienzo a notar como la misma no le es indiferente a los hombres que pasan por nuestro lado.

--- ¡Buona notte Luka! ( buenas noches Luka) ---- una voz masculina hace que me gire rápidamente ---- Che piacere vederti ( que placer verte)

Frente a mí tengo a mi socio vestido de gangster con dos hombres y una joven rubia.

--- Nicola Salvatore --- pronuncio --- il piacere è mio (el placer es mio)

--- Voglio presentarti alla mia famiglia (quiero presentarte a mi familia) --- expresa con una amplia sonrisa --- i miei figli (mis hijos) Carolinne e Fabrizio Salvatore e lui è Alessio Rinaldi mio amico (mi amigo)

---- piacere (mucho gusto)

---- lei è mia moglie (ella es mi esposa) Judith Colman ---- contesto mientras veo como los presentes la miran de arriba abajo sin recato.