Lucille se encontraba, una vez más, como siempre, en su habitación esperando a su esposo.
No era novedad que él saliera cada noche poniendo siempre la misma excusa "es por trabajo" Lucille sabe perfectamente que no es así.Y ya de tanto esperar sus ojos se cerraron y por poco quedándose dormida de no ser por el ruido de unas llaves y objetos cayendo al suelo haciendo que se sobresalte.
—¿Lucille?
Era nada más ni nada menos que Negan, que como usualmente, llegaba a las tantas de la madrugada.
La azabache se levantó de la cama y caminó hasta donde estaba él con el ceño fruncido completamente molesta. Negan al verla le sonrió como pudo.
—Si te duele la cabeza hay unas pastillas en la alacena —masculló. Ya no tenía ganas de reprocharle otra vez.
Dicho eso pasó por su lado dispuesta hacer otras cosas y ya no enfrentarlo pero él la sujeto del brazo.
—Lo lamento, te juro que esto no volverá a pasar.
¿Cuántas veces se lo había dicho en la semana? O más bien, desde el día en que lo despidieron de su trabajo.
—¡Siempre dices lo mismo! ¡Sólo déjame en paz Negan! ¡Estoy harta de ti! —gritó todo lo que llevaba adentro, con lágrimas en los ojos—. ¡Sé lo que haces! ¡Sé que siempre te vas a ese estúpido bar para hacer tus estúpidas apuestas y vaya a saber qué más! ¡¿Y sabes qué hago?! ¡Te espero aquí sentada siempre, estoy harta!
No se había dado cuenta en el momento en que su garganta comenzó a doler por la angustia y dolor, sin embargo, siguió hablando.
—¡¿Crees que no me había enterado lo de tu despido, eh?! ¡Negan, me mentiste!
—Lucille yo...
Ella lo interrumpió rápidamente. No iba a permitir que se excusara.
—¡No! Déjame en paz.
Salió afuera de la casa azotando la puerta con fuerza, dejando a Negan con la palabra en la boca. No entendía cómo fue que llegó a enterarse.
Al instante la siguió. Lucille al sentir la presencia de él detrás comenzó a caminar más rápido.
—¡Lucille basta! ¡Cariño, hablemos por favor! —le gritó pero fue en vano, ella no quería oírlo.
La vio cruzar la esquina y aceleró el paso hasta que, de repente, un ruido de una bocina junto con el ruido de un golpe hace que una ola de miedo y terror recorra el cuerpo de Negan. Corrió hasta donde sucedía todo y lo peor que se le pasó por su mente se cumplió.
Ahí estaba ella, en el suelo inconciente.Su corazón se aceleró y sintió que sus piernas le fallaron.
—¡Lucille! —gritó.
Corrió hacia ella con lágrimas en los ojos, acunando sus mejillas entre sus manos balbuceo cosas que ni él mismo entendió, intentando procesar lo que sus ojos veían.
—Cariño... amor —murmuró a la vez que intentaba respirar con normalidad pero le era imposible—. ¡Llamen a una ambulancia! ¡Una ambulancia!
[...]
Habían pasado dos largos meses en que Lucille cayó en coma, el golpe que recibió aquel día fue más daniño de lo que parecía.
En el momento en que Negan se enteró estaba negado a creerlo, sin embargo, tuvo que aceptarlo pero no se iba a rendir. Sabe que su esposa es fuerte y que tarde temprano despertaría, así tenga que esperar dos meses más o incluso años. Porque la amaba, aunque sabe que le hizo daño y que jamás se perdonaría por eso amaba a su esposa como el primer día.
Por lo que la visitaba todos los días, así sea veinte minutos o casi todo el día. Le hablaba lo que le ocurría en la semana y le traía regalos ya que según los doctores eso sería mejor para ella en algún sentido. Pero para Negan era muy complicado ver a su esposa en una cama sin mover un músculo y sin hablar, incluso si ya debería de haberse acostumbrado.
—Hoy no quieres despertar, ¿verdad? —murmuró acariciando una de sus mejillas—. No importa cariño. Sabes que te esperaré como tú lo hacias conmigo. Te amo mucho, Lucille.
Cada vez que podía le decía lo mucho que la necesitaba y la amaba pero... ella no escuchaba nada. O al menos, eso creía él.
Un día, había llegado de visitarla, estaba dentro de su bar favorito ya que el coctelero era su amigo. Miraba las noticias en la vieja tv que había allí.
De repente unos ruidos extraños llamaron su atención. Se acercó a los baños y vio a uno de sus amigos en el suelo boca abajo.
—¡Hey David! ¿Estás bien? —preguntó mientras tocaba su brazo pero en cuanto lo dio vuelta, este tenía sus ojos completamente blancos y comenzó a gruñir intentando morderlo.
Sin entender nada Negan salió de ese lugar y vio que la ciudad estaba hecha un descontrol ¿qué estaba pasando?
[...]
Tiempo después Lucille abre los ojos, al principio se sentía confundida intentando recordar el porque estaba en ese lugar.
Lentamente se levanta, en la mesa que estaba a su derecha había un jarrón con unas flores ya secas, inmediatamente pensó en Negan. ¿Dónde estaba él?
—¿Negan? —su voz salió apenas audible, sentía la garganta seca—. ¿Enfermera?
Nadie aparecía, ni siquiera se escuchaba los típicos sonidos de un hospital sintiéndose aún más confundida.
Miró el reloj pero estaba parado ¿se habrá quedado sin batería?
Salió de la habitación a duras penas ya que unas camillas interrumpian su paso. Para luego encontrarse con lo que parecía un escenario de una pelicula de terror. El pasillo oscuro con alguna que otra luz titilando por ahí, desorden por doquier, y lo peor, manchas de sangre adornando todo el lugar.Lucille al ver eso sintió mucho miedo y su primera reacción fue esconderse detrás de un mostrador cercano.
No sabía si era su imaginación que jugaba con ella pero creyó haber visto un cadáver de una persona moviéndose, ¿se volvió loca?
Se abrazó a sí misma y se dio cuenta que llevaba una venda en su frente, no recordaba bien que pasó. Lo último que vio y escuchó fue los gritos de Negan y un auto color negro acercándose ¿la habían atropellado?
Sintió que comenzó a temblar, no comprendía nada y lo que parecía ser una pesadilla sólo se sentía cada vez más real. Estaba sola.
—¿Hay alguien?
Inmediatamente se sobresalta al escuchar una voz masculina.
Poco a poco se asoma y en frente de ella había un hombre con un pijama del hospital y parecía tan confundido como ella.
—¡Oye! ¿S-Sabes qué está pasando? —preguntó asustado.
—Estoy igual que tú —murmuró Lucille y se acercó al hombre con miedo.
—Soy Rick, Rick Grimes. —Ambos se miraban preocupados y asustados, ninguno de los dos entendía que ocurría a su alrededor.
—Lucille, Lucille Smith.
Y a partir de ese día no se separaron, sus caminos siguieron unidos desde Atlanta hasta la prisión.
Lucille no supo de Negan nunca más, siquiera lo llegó a mencionar. Sólo vivía en su recuerdo ya que las esperanzas de encontrarlo se reducían con el pasar del tiempo.
Pero por otro lado, Negan se había rendido hace mucho tiempo, con todo su dolor tuvo que aceptar la "muerte" de su esposa, sólo viviendo con los recuerdos del pasado.
O eso creía.
Por si no sabian el apellido de Negan es Smith🕺🏻
En fin, espero que les guste esta nueva "version" del fanfic. Lo hice con todo mi amor <3
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Lucille | 𝗡𝗲𝗴𝗮𝗻
FanfictionEDITADA Negan en memoria a su difunta esposa Lucille llevaba un bate de béisbol que usa como amenaza con la gente, utilizando su nombre en él. Pero, ¿y si en realidad ella nunca estuvo muerta? Un reencuentro completamente inesperado hará que Negan...