Lucille | 𝗡𝗲𝗴𝗮𝗻

15. "Culpable"

Al día siguiente Lucille abrió los ojos despertando de su profundo sueño, giró un poco su cabeza y ahí estaba Negan. Frunció el ceño y levantó un poco las sábanas para comprobar que no haya sido un sueño.

Soltó un suspiro al recordar lo que sucedió anoche. No debió haber hecho eso, pero es que Negan estaba allí, luciendo tan feliz, como el Negan de su vida anterior, su mente se había a otro sitio y pasó lo que pasó.

Volvió a poner atención a su esposo y acarició su cabello a la vez que le daba un beso en su mejilla.
Se estaba comenzando a sentir culpable, pero ya no había vuelta atrás.

Fue en ese momento en que el plan volvió a su mente, comenzó a buscar su ropa pero no la encontraba, fue a la sala y ahí estaba. Se vistió y volvió a la habitación creyendo encontrarse con un Negan durmiendo plácidamente pero en cuanto entró, él estaba despierto.

Lucille no puedo evitar mirarlo de arriba a bajo, por instinto mordió su labio. Él sonrió divertido.

—¿Disfrutas la vista? —preguntó con voz ronca haciendo que ella se estremesca.

—Sí, claro —Agachó su cabeza y colocó sus manos en sus bolsillos—. Iré hacer fuego ¿sí?

—Bien, pero no me quemes la casa.

Ella soltó una risa y fue afuera. Se alejó un poco de la cabaña y se aseguró de que Negan no podría verla desde lejos.

Al voltear, una moto estaba escondida entre unos arbustos, sabía de quien se trataba. En eso Daryl apareció y se acercó sigilosamente.

—¿Ya lo hiciste?

—No, es que surgió algo y...

—Lucille debes hacerlo, sabes que contigo bajará la guardia.

—Pero...

De su bolsillo Daryl saca un cuchillo y se lo entrega a Lucille.

—Sé que no quieres hacerlo pero ya sabes lo que te prometió Rick. Sólo hazlo —ella soltó un suspiro y asintió—. Tranquila. Me quedaré por aquí, te espero.

Ella volvió a la cabaña con pasos nerviosos, no quería hacerlo pero sería lo mejor para todos y así acabar con esto de una vez.

—¿Y la leña?

Pegó un salto al escuchar la voz de Negan, que ya estaba vestido.

—Pesaba mucho y... bueno, olvídalo —murmuró, él asintió confuso. Sentía que estaba algo rara desde que despertó.

Nadie dijo más nada, solamente se quedaron mirando el uno al otro. Negan no pudo evitar sonreír y acercarse a ella, acomodó un poco su largo cabello ya que lo tenía algo despeinado.

—Yo... —Ella intentó decir algo pero las palabras no salían de su boca.

—Lucille, no se que pasará de ahora en más pero lo único que quiero es estar contigo. Sé que amas a esas... personas pero yo te amo a ti maldita sea, quiero que me prometas que estarás conmigo por favor. No quiero perderte.

Se sinceró, realmente ya no le importaba nada, ni la guerra, ni Rick. Sólo quería estar ella. Así tuviera que renunciar a todo lo haría.

La rodeó con sus brazos y sintió como el cuerpo de Lucille temblaba, no comprendía si era por frío o qué.

—Te amo —murmuró él.

—Yo también te amo. —Con manos temblorosas alzó el cuchillo—. Lo siento mucho.

—¿Qué co...?

No pudo decir más nada ya que Lucille cortó una zona de su cuello, lo suficientemente profunda como para dejarlo débil.
Antes de caer al suelo, Negan miró a su esposa con los ojos húmedos sin comprender nada y sintiendo un dolor horrible además de la herida que le ocasionó en ese instante.

Lucille intentó dejar de llorar y calmarse. Corrió en busca de Daryl. Al encontrarlo entre los dos cargaron a Negan  y lo arrastraron hasta llegar a la carretera, ahí estaba Rick y los demás.

—Prométeme que estará bien —dijo ella con la voz entrecortada.

—Lo prometo, no te preocupes.

Rick la abrazó intentando consolarla, sabia que fue duro para ella pero Negan no les dejaba otra opción.

Al rato todos volvieron a Alexandria y Rick había decidido encerrar al hombre en la pequeña prisión que había hecho Morgan hace un tiempo atrás. Primero curaron la herida que le hizo Lucille.

Caminó hasta la enfermería y entró a la habitación donde se encontraba Negan, pero en cuando vio que estaba despierto y su expresión al verla se arrepintió.

Aunque su cara demostraba lo dolido, traicionado y enfadado que estaba, dentro de él, le dolía mucho más que su propia esposa haya hecho esto ¿por qué? No la creía capaz.

—Negan...

—¿Por qué mierda hiciste eso? ¡¿Por qué tú?!

—Yo sólo quería acabar con esto de la guerra. Sé que atacarías cuando menos lo esperaramos, no tenía otra opción.

—¡¿No tenías otra puta opción?! ¡¿En serio?! —exclamó con enfado, sentándose en la cama.

Lucille iba a contestarle pero alguien más entró a la habitación.

—¿Qué estás haciendo? Ni se te ocurra moverte —le advirtió Rick.

—¿Adónde más iría, Ricky? —dijo con ironía, mirando a Lucille.

La mujer suspiró y negó con la cabeza.

—Ya vamos a encerrarte de una vez —demandó.

Unos hombres entraron y agarraron a Negan de los brazos, para llevárselo.

Ambos dos se voltearon a verse a la vez, mirándose de una forma que podría decir muchas cosas a la vez.

Ninguno de los dos podía entender cómo es que todo terminó así.