11. "Invitado sorpresa"

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El beso no fue ni desesperado ni con otras intenciones, fue algo tierno y dulce.
Negan sentía que su corazón iba a salirse de su pecho al igual que ella, estaba tan feliz de volver a besar su esposa.

—Me siento como un puto adolescente enamorado —bromeó con voz ronca sin dejar de cortar la distancia entre ellos. Tenían sus frentes unidas.

Ella sonrió, volvió a acercarse y lo besó nuevamente. Pero esta vez más corto.

—Será mejor que me vaya... a dormir —murmuró Lucille con las mejillas al rojo vivo.

—¿No quieres que duerma contigo? —preguntó, tomándola de la cintura.

—No, quiero dormir sola. Tus ronquidos son muy molestos. —Negan soltó una risa por su comentario, ella besó su mejilla y comenzó a caminar para ir a su habitación.

—Excusas, excusas —dijo en voz alta antes de que desaparezca, rió por lo bajo y negó con la cabeza para luego ir a su habitación.

[...]

Otro día más en el Santuario para Lucille. La cual se encontraba yendo y viniendo por ahí ya que no tenía otra cosa que hacer, Negan no le asignó ningún trabajo así que se la pasaba hablando con personas o ayudándoles.

En eso un hombre se le acercó para preguntarle si podía ayudar para bajar las provisiones del camión. Accedió y cuando fueron donde estaba el vehículo se sorprendió al ver lo que tenía en frente.

—¿Carl?

El adolescente estaba con un arma en alto, en el suelo había algunos hombres muertos. Se había escondido en el camión. Miró a Lucille sorprendido, sin embargo sabía que ella estaba ahí.

Y sin importar nada corrió a abrazarla, por más que haya bastantes hombres con armas a su alrededor capaces de dispararle igualmente lo hizo. Ambos dos se abrazaron con fuerza y mucho amor.

—Te extrañé —le susurró en su oído, prácticamente ella era como una tía o casi una segunda madre para él.

—Y yo a ti —contestó ella con el mismo tono.

—¡Que adorables! —exclamó Negan interrumpiendo la escena.

—Negan, diles que bajen las armas... por favor.

Negan no se quejó y accedió a su pedido. Eso le sorprendió al joven Grimes.

—Niño, ven vamos hablar —pasó su brazo por el hombro de Carl.

—Negan, le haces algo y te juro que...

—Oh tú tranquila, sólo le daré un tour a nuestro invitado sorpresa —rió y se llevó al adolescente adentro.

Pero Lucille no se confiaba así que comenzó a seguirlos sigilosamente. Caminó un rato mientras los vigilaba hasta que vio que entraron a la habitación del líder. Suspiró, no iba a seguirlos más, sabe que Negan no haría algo tan estúpido como para hacerle daño. Así que se fue a hacer tiempo con Arat.

Más tarde la llamaron porque al parecer usarían la plancha, Lucille estaba enterada de cómo era este tema ya que Dwight le contó y no le gustaba para nada.

Al entrar al enorme lugar vió a Carl y a Negan en lo más alto, al parecer el líder estaba diciendo unas palabras las cuales no prestó atención.

Bajaron por unos escaleras y ella se acercó al niño. Lo miró unos segundos y se dió cuenta que no tenía puesta su venda en el ojo.

—¿Y tu...? —él se encogió de hombros—. ¿Estás bien?

—Sí, no te preocupes, no me hizo nada.

Sonrió un poco más tranquila y tomó la mano del chico dándole apoyo.

Observaron como Dwight le entregaba la plancha a Negan para luego plantarla en el rostro del chico que estaba sentado. El cual comenzó a gritar de dolor hasta desmayarse.

A lo lejos Lucille divisó a Daryl, quien los miraba fijamente, tenía ganas de mandar a la mierda a todos e irse con ellos pero se contuvo.

—¡Se meo en los pantalones! Daryl limpia esta mierda. —Negan se acercó al dúo y los miró con una sonrisa.

—¿Por qué? —preguntó de repente Lucille.

—Hizo algo que no debía haber hecho —respondió con seriedad. Ella frunció el ceño poco convencida.

[...]

Más tarde Negan, Lucille y Carl estaban afuera. El líder llevaría al chico a su hogar y quería hacerle una propuesta a su esposa. Aunque seguramente se arrepentiria luego.

—Lucille, qué dices si nos acompañas —dijo con una sonrisa.

—¡Claro! —contestó con emoción en su voz, no lo pudo evitar. Por más que a Negan no le guste el motivo le gustaba más verla feliz.

Cuando vió que Carl entró al camión sujetó a Negan del brazo y le dió un pequeño beso en los labios.

—Gracias —le dijo. Negan le sonrió y entraron en el vehículo.

Aunque desconocia el motivo del porqué Negan la está llevando a Alexandria igualmente estaba muy emocionada, se encontraría con su familia otra vez, los extraña y mucho.

Y tal vez, sea una oportunidad de hablar con Rick y llegar a un acuerdo entre todos.

Lucille | 𝗡𝗲𝗴𝗮𝗻Donde viven las historias. Descúbrelo ahora