Capítulo 2: Arreglando una vieja pelea

23.1K 1.1K 301
                                    

Editado.

El pelinegro me observó como si fuera un espejismo. Y no podía culparlo, por más que quisiera no podía, sus pocos recuerdos eran culpa mía... Mientras Stefan intentó decir dos veces algo antes de que pudiera articular palabra alguna.

— ¿Alina?, ha pasado mucho tiempo desde la última vez que nos vimos, te creí muerta—mencionó el castaño haciéndome enfadar por su falta de fe en mí.

— ¿Cree que una vampira mayor que tú moriría primero?, Me subestimas demasiado —preguntó con algo de ironía antes de negar con fingido enojo—. No te preocupes no voy a enojarme contigo por algo tan banal— le mencioné encogiéndome de hombros antes de él se reírse—. Una pregunta —solté de golpe mientras miraba a las tres pubertas que me observaban como si fuera yo quien estaba de más aquí—. ¿Quiénes son esas chicas?

—Son amigas— enfatizó Stefan seguro al saber porque me refería a ellas así—, ella es Bonnie—comenzó la presentación, señalando a morena, la cual en cuanto entré por la puerta supe que era una bruja. Y no cualquier bruja, reconocería a una Bennet con los ojos cerrados.

—Es un gusto—soltó la bruja caminando hacia mí para luego alargar la mano para tomar la mía, pero rápidamente negué.

— Gracias, igualmente, y no es por ser descortés, pero no dejare que me toques, si lo haces tendré que matarte—dije riendo con cierto sarcasmo, aunque hablaba en serio, sabía que podría ver toda mi vida si sólo me tocaba, no era mi primera experiencia con una bruja. Mientras la morena me miró asustada por mi comentario.

—No son necesarias las amenazas, sé que no quieres que nadie sepa sobre tu pasado, pero no es para tanto—dijo Stefan para que me calmara, pero igualmente lo ignoré—. Ellas son Caroline y Elena—terminó la presentación señalando a la rubia entrometida y a la doble Petrova.

— Disculpa, pero ¿cómo pudiste poner la compulsión en mí? —preguntó la vampira rubia claramente enfadada por mi atrevimiento.

—Tengo muchos años, confórmate con saber eso— me limité a responder, ganándome una mueca de desagrado por su parte—. Por cierto, ¿podrían irse?, tengo varias cosas que hablar con estos dos, y no me gusta el público—les pedí ganándome una mirada de incredulidad de su parte.

— No es necesario ser grosera Ali— me regañó el castaño antes de ver a sus amigas—. Las llamaremos en cuanto resolvamos esto, no se preocupen por nosotros— les aseguró a las chicas antes de estas asentir, y Elena besar a Damon en forma de despedida, lo cual no pudo evitar ponerme celosa. Ese pelinegro había sido marcado por mí hace años, y no iba a dejar que otra Petrova me lo quitara...

—Bien, ¿de que querías hablarnos? —preguntó Stefan poniéndose serio, sin encontrarle gracia a mi descortesía.

—De nada, sólo los quería para mí—respondí haciendo pucheros, lo cual provocó que ambos me vieran incrédulamente—. Oh vamos amores, tenía casi un siglo que no los veía...

— Pudiste quedarte enterrada en donde sea que te hayas metido todo este tiempo— soltó Damon algo arisco antes de desaparecer de la sala con su velocidad vampírica.

— ¿Dije algo malo? —pregunté aun sabiendo a la perfección que había hecho mal al irme sin darle explicaciones a ambos—. Siento haberme ido sin decir nada— me disculpé de inmediato.

— No está así solo por ti— mencionó suspirando—. No le prestes atención...

— ¿Todo bien entonces? —pregunté sonriéndole de lado antes de acercarme a él, quedándome de pie frente suyo. Y sin esperármelo me haló del brazo haciéndome caer encima suyo para luego besarme con aquellos dulces y suaves labios que no recordaba extrañar tanto.

Alina (Elijah /Niklaus Mikaelson)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora