Alina (Elijah /Niklaus Mikaelson)

Capitulo 46: Mikael

Había ido con Nik hasta su habitación, bueno ahora era nuestra.

—espero no volverte a ver salir de esta habitación así vestida—dijo cuando entramos y al parecer seguía molesto—

—solo es una pijama, no es la gran cosa, además ¿no te gusta? —Dije cambiándole el tema, con un tono de inocente—

—ese es el problema love—dijo acercándose a mí, para luego agarrarme por la cintura para pegarme a él— me encanta verte así, pero no me gusta que nadie más vea lo que es mío, ni siquiera Elijah—dijo antes de besarme— así que vuelvas a salir así de nuevo—dijo con un tono autoritario entre besos, para luego volverse más salvaje, y arrancarme el pedazo de tela de encima y lanzarme a la cama—

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Estaba en la vieja iglesia la cual estaba llena de gente para variar, todas sentadas en la bancas de allí, había entrado junto con Nik, al parecer estábamos en el funeral del Padre Kieran, Nik fue hacia Camille a darle el pésame, pero yo fui directamente hacia el ataúd en el que suponía estaría el Padre. Levante la tapa, pero en vez de encontrarme con lo obvio, adentro se encontraba una hermosa bebe.

Nik estaba de nuevo al lado mío y tomó al bebe en brazos, para luego dármelo. Era hermosa, me recordaba a cuando tome en brazos a Henryk por primera vez.

—te recuerda a Henryk, ¿cierto? —preguntó una voz familiar proveniente de detrás nuestro—

—Mikael—dije asustada al voltear aun con la bebe en mis manos—

—Aun me recuerdas querida—dijo sonriendo— es una lástima ¿no crees? —preguntó él y voltee a ver a Nik, pero había desaparecido al igual que cada persona de la iglesia. Luego volví a ver a Mikael y me sonrió— me refiero a tu hijo—dijo volviendo a lo que decía— sino hubieras estado al menos con algunos de mis hijos, tal vez hubieras vivido como querías, y hubieras criado al pequeño Henryk—

—Nik es tu hijo también—le dije desafiante—

—no, no lo es, es una abominación, un monstro—dijo con desprecio— sabes, entiendo porque huiste, hiciste bien—dijo con orgullo— pero luego volviste, volviste con ese monstro— dijo él mientras se acercaba a mi—¿no pudiste quedarte con Elijah?, el siempre te quiso, ¿sabes?, incluso antes de que lo te imaginas—le mire confundida— pregúntale si quieres—

— ¿Qué es lo que quieres? —Dije yendo directo al grano—

—la muerte por supuesto de ese que a mi hijos llaman hermano—dijo refiriéndose a Nik— quiero tu ayuda—negué rápidamente— hazlo, por todo el daño que te hizo, que le hizo a tu hijo, al criarlo sin madre por su culpa—dijo y de repente la bebe comenzó a llorar, pero al consolarla y verla, ya no era la bebe que había cargado, era Henryk tal y como lo recordaba, por lo que brotaron unas lagrimas al verlo— lo extrañas, ¿cierto?, yo también lo recuerdo antes de que su padre lo convirtiera en un monstro igual que él—

— ¡Nik no es un monstro! —Le grite furiosa— no lo conoces—

—Al parecer tu tampoco—dijo y de repente me había tomado del cuello— vamos, ayúdame a deshacerme de él—negué y el presiono mas mi garganta, casi no podía respirara— ayúdame, sabes que merece la muerte—dijo sonriendo malévolamente—