Alina (Elijah /Niklaus Mikaelson)

Capítulo 15: El regreso de Elijah

Me lance a mi cama, y lance un grito ahogado en mi almohada, definitivamente Niklaus me iba a matar si Elijah no volvía pronto. Me cambie rápidamente, y me puse unos tenis que no había empacado, por lo cual aún estaban aquí. Cepille mi cabello, me coloqué un poco de maquillaje, y estaba lista. Baje las escaleras y allí está el, esperándome.

—Vamos—me dijo como si nada hubiera pasado, ojala pudiera decir lo mismo de mí—

No dije nada y le seguí. Estaba segura de que si decía algo no serían bonitas palabras. Llegamos a un bar, ya me estaba gustando este viaje, Nik entró y me dijo que esperara fuera, no quería que Marcel me viera.

Me quede allí como dijo, mientras oí de qué hablaban. Al parecer estaban hablando de como Marcel conoció a Davina. Hablo de la cosecha de la que estaba contándonos Sophie. Escuche que Marcel tuvo un romance con esta, se nota que lo crio Nik, son igualitos. Seguí escuchando, y al parecer la bruja le conto que tenía problemas con las brujas, pero no quiso pedir su ayuda.

Siguió contando la historia, y como se dio cuenta de lo que pasaba, por un tal Padre Kieran, quien le pidió ayuda antes de irse. Marcel fue hacia donde estaban las brujas, y al parecer las estaban sacrificando, y solo pudo salvar a Davina, por lo que ahora le está protegiendo de las brujas.

Sonó el celular de Nik, y salió para poder hablar. Al parecer era Reebekah para decirle que un informante de Marcel le había visto a ella, a la loba y a Sophie en el pantano, e iba para acá a contárselo a Marcel. Volvió a entrar sin decirme nada, por menos estaba muy ocupado para molestarme.

Entre al bar en donde estaban ambos, y me acerque a ellos.

—Me canse de esperar—le dije a Nik, mientras ignoraba que Marcel estaba allí—además estoy sedienta—dije y me tome la bebida del vaso de Nik—

—lo siento Marcel, suele ser así—dijo el, y Marcel rio— no quería que se entrometiera en nuestra conversación—

—No te preocupes, por una chica linda, lo que sea—dijo Marcel coqueteando de nuevo conmigo, parece que no aprecia su vida—

—Gracias—le dije mientras me sentaba en medio de los dos—

—Comienzo a pensar, que tuviste que quedarte fuera esperando—dijo celoso, yo rodé los ojos, tome otro vaso de lo que sea que estaban bebiendo, mientras Marcel nos veía riendo—

—Parecen una vieja pareja de casados—se burló Marcel— oh espera. Lo son—dijo riendo—

—No te equivoques, hace siglos que no le rindo cuentas a él, estoy de mi cuenta ahora—dije orgullosamente, mientras Nik no le encontraba chiste—

— ¿Qué tan ebrios están? —Preguntó de repente Reebekah quien estaba delante de nosotros, ni siquiera me di cuenta cuando llego, me encogí de hombros, y le ignore—

—Creo que ya tuve suficiente por hoy—dije saliendo del bar—

Luego Nik salió, hablo con un tipo, para luego matarlo, algo me dice que aquí nada acabara bien, por lo que me fui a casa. Comienzo a pensar que estar encerrada en mi habitación es más saludable.

Al llegar fui directo a la cocina, a buscar algo de sangre, que ya me estaba haciendo falta, y justo en la nevera encontré lo que buscaba. Deliciosa.

—Estas en casa—dijo la loba, la cual estaba en la puerta de la cocina viéndome—

—es obvio, ¿no? —dije sarcásticamente—

—es que últimamente no estas por aquí— dijo ella metiéndose en lo que no le importa—