Mi nueva vida como hombre lobo.

Capítulo 5: Cosas que deberíamos saber.

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—¿Vas a seguir pretendiendo que eres una adolescente?

Todavía recuerdo ese día. Yo tenía alrededor entre cinco a seis años.

—¡Ese no es tu problema! De todos modos, tu fuiste él que decidió irse, él que nos abandonó por otra mujer.

Mis padres, tristemente son de esos padres que tienen hijos en la adolescencia "accidentalmente", Ellos me tuvieron a la edad de 17 años. Los dos eran unos niños, ni siquiera sabían que tan fuerte es tener un bebé hasta que nací yo y les cambié la vida por completo. Ellos dos eran nada compatibles en aquel momento (menos ahora) y solían tener bastantes peleas.

—Entonces, ¿Eso te da el derecho a ser una maldita alcohólica y descuidar al niño? -Ya era costumbre que los dos se pelearan a pesar de que papá no vivía con nosotros.

Hay personas que ni con pegamento pueden estar juntas, pues ellos son el vivo ejemplo de eso.

—¡Eso no es tu problema! ¡Yo crío a mi hijo como se me de mi gana! -En ese momento escuche como una botella se rompía contra algo.

Ellos lo intentaron, pero nunca funcionó, su destino nunca fue el de estar juntos y eso se vio cuando trataron de estar juntos. Pero al poco tiempo se separaron, mi madre se volvió una alcohólica y mi padre se distanció de mí por un largo periodo de tiempo.

—Mi hijo no se va a criar con una loca. No lo permitiré.

—Tu no me vas a separar de mi hijo. ¡Nunca! ¡No me lo vas a quitar! Primero muerta -Solo se escuchaban los gritos histéricos de mi madre por toda la casa.

A veces pienso, que si nunca hubiera nacido ellos dos hubieran sido felices.

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Joshua y yo, nos fuimos hasta el último rincón de la biblioteca. Los dos queríamos estar a solas, necesito saber todo, quiero estar claro de dónde pertenezco ahora, porque no se en que me estoy metiendo y tengo que averiguarlo. Los dos nos sentamos en un rincón y él sostiene un libro que sacó de uno de los estantes de la biblioteca.

—Este es el libro de las grandes bestias. Aquí está retratada todo lo que tienes que saber de nosotros; cómo fuimos creados, nuestras habilidades, debilidades y nuestra fuerza-él me entregó el libro y yo lo agarré—. Nosotros estamos clasificados en tres grupos: Los alfas, los cuales son los líderes de las manadas, somos los que tenemos más control de nuestra parte humana y de nuestra parte bestia. Los betas, vienen después de las alfas, son un poco más humanos, pero tienen a ser más agresivos y volátiles y son a los que más les cuesta controlar sus emociones. Por último, los omegas (tu caso) es el rango más débil, normalmente suelen estar solos o a veces se unen a manadas porque atraen mucho a otros lobos que quieren controlarlos-me explicó—. De todos modos, en el libro te aparece la información mucho más detallada.

Observé el libro y luego lo miré a él. Nunca me imaginé que iba a vivir algo así, siempre pensé que estas cosas solo eran fantasía, nada más que eso.

—Sé qué podrás adaptarte. Te estaré ayudando en el proceso y si necesitas algo puedes pedirme lo-le sonreí, y me gusta el hecho de que a veces no sea un mongólico.

—Así será.

Los dos nos levantamos del suelo, La hora pasó demasiado rápido y se hizo muy tarde y tengo algunas clases que ver, tomé el libro y lo guardé en mi bolso para leerlo después.