Capítulo 12: La segunda prueba

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Narra Neville:

Al levantarme el día de la prueba, ni Harry ni Ron se encontraban en sus respectivas camas. Bajé al Gran Comedor esperando verlos allí, pero no tuve mucha más suerte.

—Buenos días, Neville —me saludó April mientras se acercaba—, no habrás visto por casualidad a Hermione, ¿no? Es que tengo que devolverle un libro que me prestó la semana pasada.

—No, ¿has visto tú a Ron o a Harry?

—Que va, ¿te importa si me siento?

Yo negué con la cabeza.

—Tal vez deberíamos ir a buscar a Harry, aún tenemos que darle las branquialgas —propuso una vez se hubo terminado su vaso de zumo—. Además, solo queda una hora para la prueba, a no ser que lo nervios le impidan comer, no entiendo como no ha bajado ya a desayunar.

—Tienes razón, voy asegurarme de que no esté en la Torre de Gryffindor.

—Yo voy a por las branquialgas —dijo mientras cogía una última tostada y se levantaba.

Lo busqué en las habitaciones, en los baños y en la sala común; además, pregunté a todo aquel que pasaba junto a mí, pero nadie parecía haberle visto.

—¿Lo has encontrado? —me preguntó April, que me esperaba al pie de las escaleras.

—No, nadie lo ha visto desde ayer.

—¿Desde ayer?

—Sí, algunos dicen que lo vieron ir a la biblioteca.

—Vayamos a buscar allí entonces.

Encontramos a Harry dormido sobre un libro de pociones al final de la estancia.

—Harry —dijo April mientras le sacudía el hombro con suavidad—, despierta Harry.

—¿Qué pasa? ¿Qué hora es? —preguntó alarmado.

—Te hemos buscado por todas partes, ¿qué haces aquí? Solo queda media hora para la prueba.

—Snape me ha mandado una redacción, debí de quedarme dormido ayer mientras la acababa —explicó mientras se ponía en pie.

—Venga vámonos, vas a llegar tarde —dijo April tirando de la manga de su túnica—. Ah, casi lo olvido, toma una tostada, no has comido nada desde anoche.

—Gracias.

—No hay de qué, pero date prisa.

Caminamos con rapidez hasta llegar al lago, alrededor del cual, habían montado unas grandes gradas para alojar a todos los alumnos que quisieran presenciar la prueba.

—Con dos será suficiente —le expliqué mientras le tendía la bolsa con las branquialgas.

Tras desearle suerte, April y yo fuimos a buscar asiento. Cuando los competidores se lanzaron al agua, contuvimos la respiración unos instantes << ¿Habrá funcionado?>> pensaba constantemente. En ese momento, Harry saltó como un delfín fuera del agua, su cuerpo estaba cubierto de escamas y sus manos y pies eran ahora aletas.

 En ese momento, Harry saltó como un delfín fuera del agua, su cuerpo estaba cubierto de escamas y sus manos y pies eran ahora aletas

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Media hora después, Fleur salió a la superficie, incapaz de terminar la prueba. A apenas unos minutos de finalizar, Viktor Krum salió del agua llevando consigo a Hermione.

—Vaya, no sabía que Viktor tuviese en tan alta estima a Hermione —comenté, por la mirada de April supe que ella sí estaba al tanto—. ¿Lo sabías?

—Claro, las chicas nos lo contamos todo —respondió riendo—. Ella también está bastante enterada de lo que sucede entre nosotros.

Yo bajé la mirada para que no viera que me había sonrojado.

Cedric salió poco después, solo quedaban unos segundos cuando la cabeza de Harry asomó por el agua. Había tardado más porque no solo había rescatado a Ron, sino que también llevaba consigo a una chica rubia, que deduje, debía de ser pariente de Fleur.

Esa noche, durante la cena, Dumbledore se puso en pie haciendo que el comedor quedase en silencio.

—Buenas noches a todos, como muchos ya sabéis, antes de finalizar el curso tendrá lugar la tercera y última prueba del Torneo de los Tres Magos, que determinará quién es el ganador. Antes de eso, me gustaría que, para despedirnos de nuestros amigos del Colegio Beauxbatons y del Colegio Durmstrang, celebrásemos como se acostumbra en este torneo, el Baile de Primavera. Este evento tendrá lugar dos días antes de la prueba, espero que acudáis todos sin falta.

Dicho esto, se sentó de nuevo en la mesa de los profesores y bandejas rebosantes de comida aparecieron ante nosotros. Yo no cené nada, se me había formado un nudo en el estómago al escuchar la noticia del baile, todo el mundo iría acompañado por una pareja. <<Pero, ¿y si April no quiere ir conmigo? ¿Cómo voy a reunir el valor suficiente para pedírselo?>> esas dudas asaltaban constantemente mi cabeza.

Semana tras semana, me acercaba a ella con la intención de pedirle que me acompañara al baile, pero en cuanto la tenía delante, me sentía incapaz de decir una sola palabra. 

Al otro lado del espejo➳ Neville LongbottomDonde viven las historias. Descúbrelo ahora