Al otro lado del espejo➳ Neville Longbottom

Capítulo 14: Discusiones

Narra April:

Bajé al Gran Comedor para desayunar, busqué al Trío de Oro y me senté junto a ellos en la mesa de Gryffindor.

—Además, solo faltan cinco días para el baile —decía Ron cuando me acerqué.

Hermione, que estaba leyendo un libro de Historia de la Magia, bufó ligeramente. Supuse que los chicos llevarían ya unos días sin parar de hablar del baile.

—Buenos días —dije sentándome. Ellos me devolvieron el saludo y siguieron hablando.

—Hermione —comenzó diciendo Ron—, tú eres una chica...

—¡Qué observador!

—¡Bueno, entonces puedes ir con uno de nosotros!

—No, lo siento —le espetó ella.

—Oh vamos —insistió Ron—. Necesitamos una pareja, vamos a hacer el ridículo si no llevamos a nadie. Todo el mundo tiene ya pareja...

—No puedo ir con vosotros —repuso ruborizándose—, porque ya tengo pareja.

—¡Vamos no te quedes con nosotros!

—¡Que tú hayas tardado cuatro años en notarlo, Ron, no quiere decir que nadie se haya dado cuenta de que soy una chica!

Dicho esto se levantó de la mesa, cerrando su libro de golpe, y se marchó del Gran Comedor. La observé alejarse y después miré a Ron alzando una ceja.

—Es mentira, ¿no? —me preguntó.

—Te ha dicho la verdad, tiene pareja —respondí—. Es una gran chica así que no debería extrañarte tanto —cogí una última tostada y me terminé de un sorbo mi zumo—. Voy a ir a hablar con ella —me despedí.

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Narra April:

A apenas unos días del baile, la noticia de una fuga en Azkaban templó los ánimos de todos, no había ningún alumno que no hablara de lo que decían los periódicos aquella mañana.

Al salir de mi clase de Historia de la Magia, corrí a buscar a Neville, lo encontré sentado bajo la sombra de un gran árbol, examinando con fijeza la portada del periódico "El Profeta"

—Eh, ¿qué tal estás? Veo que tú también te has enterado de lo sucedido —dije señalando el periódico.

El joven asintió muy serio.

—Neville, ¿estás bien? —pregunté sentándome a su lado.

—April, quiero estar solo —respondió cortante.

—Vale... Nos vemos a la hora de la cena entonces.

Sin embargo, esa noche no bajó al Gran Comedor. Pasó los tres días que precedían al baile rehuyéndome por los pasillos, así que acabé desistiendo en mi intento por hablar con él.