Capítulo 3: La adivinanza

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Narra April:

—Bonnie y yo vamos a estudiar juntas en la sala común, ¿te vienes con nosotras? —me preguntó Hannah al ver que me levantaba de la mesa.

—Lo siento, voy a la biblioteca —contesté despidiéndome con la mano sin darle tiempo a protestar.

Avancé por los pasillo con rapidez hasta la biblioteca, donde Neville me esperaba sentado.
Pasamos dos horas estudiando herbología, me costaba entender algunos conceptos, pero Neville fue muy paciente conmigo y terminé por comprenderlo todo. Me agradó notar que el joven se sentía más cómodo conmigo, en nuestros últimos encuentros apenas había sido capaz de decirme dos palabras seguidas, pero ahora denotaba algo más de confianza. Aquello era un avance, pero seguían rehuyendo mi mirada y trabándose con algunas palabras cuando me acercaba mucho.

—¿Necesitas tú ayuda con alguna asignatura? —le pregunté cuando terminó de resolver mis dudas.

—Soy un desastre en pociones —contestó bajando la vista—. Pero entenderé que no quieras ayudarme, acabarás perdiendo la paciencia conmigo —añadió atropelladamente.

—Yo también lo soy en herbología y me has ayudado igualmente.

—April, llevaba horas buscándote —dijo Hermione situándose junto a nuestra mesa, de cerca le seguían Ron y Harry—. ¿Podemos hablar un momento?

Yo asentí y les acompañé hasta el pasillo. Una vez allí, Harry sacó de su mochila el huevo de oro que, apenas unos días atrás, le había arrebatado al dragón en la primera prueba.

—Ábrelo —me pidió pasándomelo.

Hice lo que me pedía y un estridente sonido inundó el pasillo, no pude evitar dejar caer el huevo para taparme los oídos. Ron lo recogió, lo cerró y el sonido cesó.

—Se supone que incluye una pista para averiguar en que consistirá la segunda prueba —me contó Hermione—, pero no hemos sido capaces de dar con nada que nos pueda ayudar.

Volví a coger el pesado huevo dorado entre mis manos y lo giré, observándolo desde todos sus ángulos en un intento de encontrar algo en su pulida superficie. 

—¿Puedo quedármelo unos días? Trataré de dar con una solución.

Los tres chicos asintieron y yo volví con Neville.

Al otro lado del espejo➳ Neville LongbottomDonde viven las historias. Descúbrelo ahora