Ghost of love
Capítulo uno
Cobarde
Dante.
Desde ese día, el tiempo pasó muy lento.
¿Cómo lograría soportar vivir sin ellos?
¿Cómo podría sobrevivir a tanto dolor...?
Después del sepelio me refugie en el alcohol y las apuestas, buscaba cualquier excusa para provocar peleas con los hombres más peligrosos de la región a la espera de que alguno de ellos decidiera apiadarse de mí y acabar de una buena vez con mi miseria. Y aunque algunos de ellos terminaron golpeándome, no pasó lo que yo quería, resultó que sí, hasta el más desalmado de ellos se compadeció de mi dolor, pero no en la forma en que yo lo estaba pidiendo a gritos, al enterarse de quien era yo, me demostraban su lástima y perdonaban cualquier ofensa que hubiera cometido en su contra, o se marchaban ellos o me dejaban ir. A ninguno le importo que no saldara mis deudas, había perdido toda mi fortuna en el juego y las borracheras, lo único que me quedó al final fue la finca.
Humillado, derrotado y en la más terrible depresión, me encerré en mi habitación y no volví a salir. La poca servidumbre que se quedó después de caer en la ruina, llamaba a mi puerta, pero no me molestaba en contestar. Al principio traían comida, luego preguntaban si me encontraba bien y solo se iban cuando arrojaba algo contra la puerta en respuesta.
Ninguno de ellos lo entendía. Me sentía cansado, eran tantos los recuerdos que me ahogaba en este lugar.
Buscaba una forma de terminar con todo este sufrimiento; la navaja para afeitar me dio esa libertad que estaba persiguiendo en ese momento; finalmente conseguí algo de paz.
Sentí cómo mi cuerpo se desangraba lentamente... fue igual que irse quedando dormido.
Hasta que dejé de sentir...
No sentía cansancio, ni frío, ni calor, ni miedo o angustia, ni pena ni dolor, ni la piedra fría del piso bajo mi cuerpo, ni las profundas heridas de mis brazos, ni el latir de mi corazón que poco a poco se iba apagando. El intenso dolor por sus pérdidas que poco a poco me había ido consumiendo, se fue quedando atrás, pero no fue el dolor por haberlos perdido lo que me mató. Fue la insoportable soledad.
El dolor, la angustia, el sufrimiento esas emociones fueron las primeras en irse. Y al final, solo me quedaba un vacío.
Un vacío tan aterrador, al darme cuenta de que estaba muerto. Mi cuerpo yacía sobre el suelo, en un charco de mi propia sangre, mi cuerpo frío y rígido con la mirada fija y vacía. Y al mismo tiempo, seguía consciente de mi entorno.
Me había convertido en una sombra de mí mismo al elegir una forma de escape tan cobarde, una pobre imitación de la vida, un eco que conservaba en parte la apariencia y el carácter del qué alguna vez gocé en vida. Incluso yo me sorprendí al ver el reflejo espeso de mi espectro gris casi corpóreo flotando alrededor de mi cuerpo tirado en el piso de mi alcoba, con la piel pálida y mi sangre esparciendose debajo de él.
Me convertí en un triste recuerdo, condenado a vagar como una sombra, con el cuerpo vaporoso de un blanco aperlado y traslúcido, arrastrándome invisible y silencioso por aquellos lugares por donde caminaba cuándo aún tenía vida. Un espejismo que se esfuma rápidamente.
ESTÁS LEYENDO
Ghost of love
ParanormalRomance oscuro Dante: A las afueras de la ciudad hay una finca llamada La Herradura... en ruinas,vacía y oscura. Por años permaneció abandonada,hasta hoy... Deja que te cuente mi historia,mi nombre es Dante o lo era,ya que hoy soy un fantasma. Y tod...