El primer encuentro

251 43 20
                                    

Ghost of love

Capítulo tres

El primer encuentro

Dante.

Ahora con nuevo dueño, la finca volvía a estar en perfectas condiciones. El césped volvía a estar en buen estado, las tejas del techó ahora estaban completas; de los balcones colgaban todo tipo de flores de las que ni siquiera sabía sus nombres y el verde de una enredadera trepaba por una pared contrastando con la blancura de las paredes del exterior.

El primer día que nos encontramos, fue el mismo día que llegó a la finca.
Desdé una ventana en la planta alta la observé. Del lujoso carruaje blanco que estacionaron frente a la casa, bajó una linda muchacha, llevaba puesto un delicado vestido negro, me quedé mirándola ensimismado. Una larga cortina de cabellos castaños le caían por la espalda casi hasta alcanzar su cintura. Tenía los ojos verdes y los dientes muy blancos en aquella sonrisa.

Me recordó a mi amada Isela.

Ella me miraba fijamente, aunque en realidad eso era imposible, ella no podía verme. Nadie puede, en mi lugar contemplaba la nueva fachada de la finca.

El hombre que la acompañaba, ya había venido varias veces antes, al principio para ver los avances de la remodelación y después, a preparar su llegada; debía ser su padre, aunque no tenían ningún rasgo en sus facciones que los emparentará...

—Ya tendrás tiempo de contemplarla —oí gruñir a su padre mientras subía los escalones con forma de herradura que le daban el nombre la casa —. Mejor entra a descansar, le pediré a la cocinera que te prepare algo para merendar, el viaje fue largo y debes estar agotada.

Ella lo siguió hasta las grandes puertas de la casona, mientras Mario, el chófer bajaba el resto de las cosas que trajeron con ellos del carruaje que ellos llamaban automóvil.

La joven apenas subió unos cuantos escalones, cuándo el enorme y molesto perro negro, que había traído su padre hacia apenas unos días, salió corriendo a recibirla a ladridos dándole un susto de muerte.

—¡Aquiles, quieto! —gritó el hombre y el perro frenó en seco a una corta distancia de la joven —¿Estás bien? —con preocupación se acercó de vuelta a donde se había detenido su hija.

Ella apenas asintió, su pecho subía y bajaba a un ritmo acelerado.

—Haste cargo —ordenó el nuevo propietario al chófer, antes de guiar a su hija al interior.

—Tranquila, ya te conocerá —se oyó la voz del chófer.

Ella se quedó mirando al enorme perro guardián con una mano en su pecho tratando de calmar su asustado corazón.

—Vamos —su padre reclamó su atención.

La joven asintió. Y los perdí de vista una vez entraron a la casa.

Me deslicé a toda prisa hasta el piso de abajo, quería seguir contemplando a esa exquisita y delicada flor que acababa de arribar a mi propiedad.

La suave estela de su fragancia llenaba el aire mientras ella avanzaba lentamente explorando el interior de la finca. ¿Qué extraña magia permitía que yo pudiera percibir su aroma?

Su padre le presentó al resto del personal, aparte de Mario que fungia como chófer y caballerango también estaban, Soledad la cocinera y su hija Mar, la encargada de la limpieza junto con otra mujer que vivía en el pueblo y que iba y venía a diario con su esposo que trabajaba de jardinero.

Ghost of loveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora