Tengo una amante - Cho Kyuhyun

Capítulo 10

Si alguien le hubiese dicho a Hyerin que Kyuhyun la dejaría de amar, le parecería una broma. Pero su mejor amiga se lo había dicho antes, tantas veces que nunca lo creyó.

-¿Enamorado de otra mujer?- repitió ella después de la confesión de su marido. -¿Quién es esa mujer? ¿Cómo me vas a dejar por otra?
-Si Hyerin, me he enamorado de otra mujer y no puedo seguir viviendo contigo. No quiero engañarte más, es mejor para ambos y también para Minah.
-¿Hace cuánto tiempo ves a esa mujer? ¡Dímelo!- exclamó ella.
-Hace 6 meses y no... No estoy dispuesto a alejarme de ella.
-No es que yo tampoco te quiero cerca de mí. ¿Quién es ella? ¿La conozco?
-Hyerin...
-Si ya hablaste, es mejor que me lo digas de una vez. ¿Quién es ella? ¿Es esa mujer, no? Claro que sí, la mujer que tiene un hijo.
-Es mejor que me vaya antes de que salga Minah de la escuela. Yo iré por ella y le contaré de mi decisión.
-Claro, ¡vete de aquí! – le dijo ella mientras Kyuhyun le daba una última mirada y salía de la habitación.
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Hyerin estaba confusa, primero estaba alegre porque pudo alejarse de Kyuhyun sin aparecer como la culpable del rompimiento de su matrimonio. Podía divorciarse de él sabiendo que todos le apoyarían, Kyuhyun le había sido infiel y ella era la pobre esposa que tenía su camino libre para hacer y deshacer.

¡Debería estar brincando feliz!

Pero por dentro, una parte de ella no lo estaba. Ella era una mujer bella, elegante y educada. Kyuhyun se fijó en otra mujer y tenía una relación con ella, le hacía el amor a ella y ahora resultaba enamorado de esa mujer. Si Kyuhyun se había decidido en abandonarla, era porque estaba decidido a todo con esa mujer.

Pero a ella ya no le importaba, por ella que se fuera lejos.
Pero también tenía curiosidad de saber quién era esa mujer.
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Habían pasado dos días desde que dejó su casa, estaba molestando a su amigo Sungmin que junto a su esposa le abrieron las puertas de su casa por esa semana. Estaba haciendo todo para conseguir un apartamento pequeño para él y solo hasta final de semana podía disponer de él. No había hablado con Seulgi, ella no aparecía conectada en el chat y se estaba muriendo por hablar con ella, la había llamado cuando se fue de su casa y su teléfono lo enviaba desde ese momento directamente al buzón.

-¿Y por qué no vas a su oficina?- le dijo Sungmin mientras mordía su donut y luego le daba un sorbo al café- No creo que sobrevivas hasta la hora del almuerzo y yo no creo que soporte verte tenso toda la mañana.
Kyuhyun asintió, Sungmin tenía razón, debía hablar con Seulgi o se volvería completamente loco.
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Seulgi tenía muchas cosas en la cabeza esa mañana. Su jefe tenía un viaje de negocio en dos días y ella debía tener lista toda la documentación, documentación que eran cientos y cientos de papeles, tenía también que estar detrás de su jefe durante la semana para que le dejara todo firmado mientras viajaba, a eso había que añadirle que su hermana y su hijo habían amanecido enfermos de una fuerte gripe y ella sería la próxima si se descuidaba y no podía darse ese lujo con la semana que le esperaba y para colmo de todo, su teléfono se había dañado, dejándola frustrada y pensando en cómo su tarjeta de crédito iba a sufrir ese mes. No había desayunado y se sentía mareada por la falta de comida, así que intentó tomarse 10 minutos para bajar a la cafetería y buscar algo rápido de comer para soportar hasta la hora de almuerzo.

-Buenos días- saludó ella cuando una figura conocida se puso de pie frente a su escritorio.
-Hola Seulgi, necesito por favor que le pases estas cuentas a tu jefe... - Dijo HyunWoo, del área de mercadeo- vine personalmente porque todo el equipo está en capacita... ¿Estás bien?- le preguntó mirando con el ceño fruncido a Seulgi – te ves pálida.
-Si- dijo ella intentando ponerse de pie pero se mareó- No- dijo con la voz derrotada- me siento mal. Mi hermana y mi hijo están muy refriados y yo, creo que también. Me arden los ojos y me duele la cabeza.
-¿Y no has tomado algo para eso?- le preguntó él colocando una mano en su frente- estás algo caliente.
-No, iba a bajar a la cafetería y comer algo, estoy en ayunas y si tomo algo para el resfriado me caerá mal con el estómago vacío.
-Deja yo bajo por ti y te consigo algo. ¿Algo que prefieras?
-Lo que sea, no hay problema. Te lo agradezco- le dijo ella con una sonrisa mientras el teléfono de su escritorio sonaba recordándole el duro día que la esperaba.
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Celos...

Eso fue lo que sintió Kyuhyun en el momento en que vio a HyunWoo en la mesa de Seulgi. Estaba abriendo para ella un recipiente con algo de lo que parecía fruta picada y ella le daba un sorbo a algo que parecía un yogurt tal vez. El hombre estaba muy pendiente de ella y los celos se hicieron presentes en él. ¿Sería él la causa para que ella no le respondiera el teléfono? Kyuhyun decidió que debía calmarse antes de hacer una estupidez, él reconocía que era impulsivo y que podía hacer muchas cosas sin pensar, pero en caso de Seulgi, sabía que debía hablar con ella sin que nadie los escuchara, no porque se avergonzara de ella; al contrario, deseaba decirle a HyunWoo y a cualquier hombre que la rondara que ella era la mujer que amaba y deseaba, pero sabía que ella al no saber la realidad le diera la espalda definitivamente.

Decidió quedarse allí esperando. No lo veían y él podía verlos a ellos así que no había problema. Se fijó que Seulgi en ningún momento le coqueteaba o se mostraba encantada de su presencia. Por algunos minutos que se le parecían interminables volteo sus ojos mientras veía al hombre desvivirse por la joven secretaria.

-Por fin- susurro cuando el hombre se apartó de la mesa, dejó una carpeta y empezó su camino hacia donde se encontraba Kyuhyun que intentó parecer como si apenas hubiese subido.
-Buenos días- lo saludó HyunWoo al pasar por su lado, y Kyuhyun le respondió entre dientes, estaba ansioso por hablar con Seulgi.
-Estuve esperando mucho tiempo hasta que ese tipo se fue- le dijo como saludo a la mujer que lo miró fulminante.
-Buenos días para ti también- le respondió ella colocándose en pie y guardando unos papeles en uno de los archiveros de la oficina- ¿Qué necesitas? Mi jefe no se encuentra.
-Tú sabes bien que no vine a ver a tu jefe, Seulgi.- le dijo Kyuhyun acercándose a ella. Ella vestía un sencillo vestido de cuadros con sus características medias y tacones altos, llevaba su cabello suelto y aunque se veía preciosa, le faltaba un poco de calor. -¿Me estás evitando?
-Tú sabes bien lo que hablamos la última vez. –le dijo ella sintiendo su cercanía, como su piel se erizaba ante la mirada de Kyuhyun y se odiaba por eso, ni estando enferma podía evitar sentirse de esa manera a su lado.
-He querido hablar contigo, tengo que decirte algo importante.
-Pero puedes decirlo sin acercarte a mí, por favor- le susurró ella mientras Kyuhyun se acercaba más y más a ella- cualquiera podría entrar y vernos.
-Si contestaras ese teléfono, sabrías que me he separado de Hyerin y estoy viviendo en casa de Sungmin mientras me entregan el apartamento que alquilé. Si contestaras mis mensajes, sabrías que le dije la verdad, de que estoy completamente enamorado de otra mujer- le dijo ante la mirada atónita de Seulgi, que pensaba que tendría que tener fiebre altísima para delirar de esa manera- si no me evitarás como lo estás haciendo- le dijo él mientras colocaba sus brazos alrededor de ella- sabría que esa mujer eres tú.
-¿Estás hablando en serio?- le preguntó ella incrédula.
-Es la verdad Seulgi, estoy enamorado de ti y estoy dispuesto a todo para demostrártelo y aún más estoy dispuesto a todo para no perderte.