Capítulo 15

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Próximo capitulo, ¡FINAL! 

-¡Minah!- la voz de Kyuhyun delante de la puerta del cubículo del baño de mujeres tenía un tono aunque bajo, de preocupación- Ven, vamos a casa.
-Minah, cariño sal de ahí- la voz de Hyerin sonaba mucho más alta que la de Kyuhyun y hacia que las mujeres que salían del baño sintieran aún más curiosidad de escucharla hablar que del hombre que se encontraba allí.
-No voy a salir hasta que mi mamá se vaya- decía la pequeña y Kyuhyun notó que hipaba, estaba llorando.
-¡No seas terca!- repitió Hyerin y en ese momento, Seulgi que estaba alejada y al margen de todo lo que sucedía no se pudo contener.
-¿No sería mejor que esta vez hiciera lo que Minah quiere? Podría irse ahora y...
-No te atrevas a opinar en esto- le dijo Hyerin entre dientes a Seulgi con una mirada cargada de desprecio- Todo esto es tu culpa- dijo Hyerin y antes de que Seulgi o Chanmi que acababa de entrar junto a Jonghyun dijeran algo,

Kyuhyun tomó de Hyerin de la mano y la sacó de aquel baño con una fuerza desconocida.

-Vete de aquí Hyerin, ya basta de querer culpa a Seulgi de algo en lo cual la culpa es de ambos. ¿Acaso lo que acabamos de ver es fruto de nuestra imaginación? –Hyerin intentó hablar pero Kyuhyun la calló con la mirada, una mirada que ella desconocía, él siempre había tenido miradas dulces pero esta, era todo lo contrario. –Lo mejor es que te vayas, yo me haré cargo de Minah y no necesito que la molestes más, ya le bastó con verte hoy.- le dijo para luego alejarse de ella.
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Cuando Kyuhyun regresó, Minah salía del baño junto a Seulgi abrazada a ella y con su carita aun roja por las lágrimas- ¿vamos a mi casa?- le preguntó Kyuhyun a la pequeña arrodillándose frente a ella y tomando sus mejillas en sus manos- vamos y comemos helado o pizza?
-¿Y los demás?- preguntó la pequeña en voz baja.
-Por nosotros no te preocupes- le dijo Chanmi.
-Podemos salir mañana por un delicioso pedazo de pastel de chocolate, por mi casa hay un lugar que vende uno delicioso ¿quieres?- le dijo Seulgi y la pequeña asintió.
-Yo aún tengo dinero de mi mesada, por si quieres dos- dijo Jonghyun como el pequeño caballerito que era, haciendo sonreír a la pequeña y dejando que Kyuhyun agradeciera a estas personas que ahora eran su familia.
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-Había deseado que esta noche terminara diferente- le dijo Kyuhyun a Seulgi saliendo de la habitación que había preparado en su nuevo apartamento. El lugar era pequeño pero le quedaba cerca la estación del metro y la escuela de Minah. Aún no había decorado la habitación de la pequeña, quería que ella lo hiciera y se sintiera cómoda cuando pasara tiempo con él. –Tenía uno que otro plan para los dos...- dijo colocando su frente junto a la de ella, apoyando su femenina espalda en la pared al lado de la puerta.
-Pero son cosas que no se pueden controlar- dijo ella dándole un suave y casto beso en los labios. Chanmi y Jonghyun estaban en la sala. Habían llevado la pizza a casa y comido tranquilamente, intentando que todo estuviese lo más normal posible.
-Como quisiera que no te tuvieras que ir- le dijo él tomándola de la cintura y en voz baja, haciendo que la piel de Seulgi se erizara por completo. –Poder dormir contigo, despertar a tu lado.
Seulgi río de manera nerviosa- ¿Qué me estás insinuando?- le preguntó.
-Cuando llegue el momento, sabrás- le dijo pero antes de soltarla volvió a buscar sus labios, embebiéndose suave y lentamente de ella.

Lo que ambos no sabían, es que algo lejos de allí el día para Hyerin no terminaba.

-¿Qué tienes Junsoo, por qué estás tan molesto?- dijo en el auto frente a su casa.
-¿Por qué?- replicó él molesto- Me dejé convencer de tu maldita idea de que saliéramos cuando odio la idea de que me vean contigo. ¿Olvidas que también estoy casado? Si así como te vio tu marido y tu hija alguien más no pudiera ver... Amigos de mi esposa...
-Pero, ¿no sería ideal? Yo me voy a divorciar y tu podrías hacer lo mismo y no tendríamos que escondernos más- dijo acercándose a él colocando sus manos en su pecho- podremos estar juntos sin problemas, sin ataduras.
-¿Tú todavía crees que me voy a divorciar?- le dijo con sorna y sin disimular una carcajada- ¿de verdad lo crees? -Hyerin no pudo decir nada ante la burla en la cara del hombre que quería. –Yo no voy a dejar a mi esposa por ti Hyerin, no me creas tan estúpido de hacer eso.
-Pero, pero...
-Mira- le dijo apartando las manos del pecho- Yo no voy a dejar a mi esposa por ti, somos amantes, la pasamos bien en la cama pero con lo de hoy está demostrado que si salimos juntos a hacer "Lo que las parejas hacen" nos van a descubrir.
-¿Me vas a seguir escondiendo? ¡Tú no puedes hacerme esto!- exclamó furiosa- perdí a mi esposo, mi hija por ti y ¿tú me tratarás siempre como tu amante?
-Jamás te he prometido más que sexo Hyerin. Así que elije, si quieres que la pasemos bien o si pretendes algo más... Puedes bajarte.

Hyerin furiosa tomó su bolso y bajó del auto, la poca dignidad que le quedaba le sirvió para llegar a su apartamento y romper algunas cosas.
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Días después...

Seulgi se había quedado a dormir esa noche en casa de Kyuhyun. Habían cenado juntos y al no estar Minah entre semana y que Chanmi insistió en que "Una vez al año no hacía daño" aceptó quedarse con Kyuhyun llevando un pequeño bolso para cambiarse e ir a la oficina.

Nunca habían pasado una noche por completo, sin problemas, sin temores y discusiones.

Kyuhyun aún era un hombre casado, pero los trámites del divorcio ya estaban en marcha y ese día en la tarde tendrían la reunión para hablar sobre la custodia de la niña.

En algún momento de la noche, Kyuhyun se había acurrucado a su lado y ahora Seulgi se encontraba pegada a él, de espaldas. Cómoda, descansada y relajada. Había visto el reloj y aún faltaba una hora para que el despertador sonara.

Pero su traicionero cuerpo le pedía más del hombre que tenía a su lado.

Kyuhyun le pasó el brazo por la cintura. Ella le cogió la mano y se la llevó al pecho, se estrechó contra él y entrelazaron las piernas. Sonrió cuando notó que su mano se movía para abarcar su pecho. Y cuando sus labios la besaron en la nuca. Seulgi se volvió y sus ojos se adentraron en el delicioso café de la mirada adormecida de él.

-Me desperté temprano-murmuró. Y sin dejar de mirarlo, le acarició el pecho y bajó la mano por su vientre hasta encontrarlo-. Eh, tú también.
-Suele pasar que ciertas partes de mi cuerpo se despiertan antes.
-¿Ah, sí? –Seulgi rodó hasta tumbarlo de espaldas y sentarse encima de él-. Creo que voy a tener que aprovecharme de eso.
-Si eso quieres- con una perezosa caricia, pasó su mano por sus pechos y su cintura alzándola un poco para entrar en ella- Me encanta sentirte por fin piel a piel.- dijo con una sonrisita- No imaginé que te vieras tan bonita recién levantada.
-Tengo el pelo revuelto y otras cosas "interesantes" pero la parte de ti que se despierta antes no se ha dado cuenta. -Seulgi empezó a moverse lenta y deliciosamente encima de Kyuhyun haciendo que ambos jadearan. Seulgi le había dicho a Kyuhyun que estaba tomando la píldora y podían tener esos casuales pero deliciosos momentos.

Kyuhyun le envolvió el pecho con la boca- Seulgi notó un espasmo en el vientre- Dios santo...- exhaló Seulgi mientras Kyuhyun se deleitaba de su piel, de lo dulce, firme, cálida, suave que era ella. Se estaba dando un festín con esa mujer, rompería su ayuno con esa deliciosa mujer que seguía moviéndose encima de él, balanceándose hasta llevarlo al éxtasis.

Se movía lento y profundo. En ese silencio matutino solo se oyeron suspiros, respiraciones aceleradas y sus nombres murmurados. Seulgi veía cómo él la observaba, se vio a sí misma reflejada en sus ojos mientras ese placer se acrecentaba. El ritmo era galopante... Seulgi cabalgó, ambos cabalgaron, hasta alcanzar la cima y se quebró estallando en mil pedazos y luego él en un gruñido hizo lo mismo.

Cuando se quedó inmóvil, Kyuhyun la dejó sobre la cama y la abrazó, como había hecho por la noche.

-Me gustaría despertarme así siempre-dijo Seulgi en voz baja
-Podrías hacerlo Seulgi, cásate conmigo.  

Tengo una amante - Cho KyuhyunDonde viven las historias. Descúbrelo ahora