Tengo una amante - Cho Kyuhyun

Capítulo 11

El día para Seulgi pasó en una nebulosa. Primero el shock de enterarse de que Kyuhyun había dejado a su esposa por ella, era algo de lo cual aún no se recuperaba. Quería saltar de la felicidad, pero a la vez se sentía mal por aquel matrimonio. Si, había sido su amante por seis meses y ella había sido la razón por la que Kyuhyun dejó a su esposa y se apartó de Minah. Sabía que Minah y Kyuhyun eran muy unidos y que aunque este se hubiese ido de casa, estarían compartiendo juntos o eso ella esperaba, que fuese un tránsito sencillo para la pequeña que era inocente de todo.

Kyuhyun le había dicho que se darían un espacio por ahora, mientras el trámite de divorcio se llevaba a cabo. Pero Seulgi pensó que aquello se refería a que no se verían fuera de la oficina. Se equivocaba, Kyuhyun se refería a que le daría el espacio para hablar con su hermana y con Jonghyun y él haría lo mismo con Minah porque al finalizar ese divorcio todos sabrían que tenían una relación. Seguirían en silencio en la oficina para evitar que Seulgi se sintiera incomoda, pero fuera, en los días de descanso Kyuhyun se encargaría de que compartieran tiempo juntos.

A la hora de salir, Seulgi aún se sentía un poco enferma. Su garganta era como púas al tomar o comer algo. La fiebre había bajado pero solo deseaba llegar a casa y dormir, pero Jonghyun y ChanMi seguían enfermos y debía ver si era conveniente que mañana fueran a la escuela.
-Tómate la mañana- le había dicho su jefe- Eres muy eficiente y has preparado todo para mi viaje – vienes después de la hora de almuerzo para terminar algunas cosas.- le aseguró y si no fuera por lo mal que se sentía lo hubiese abrazado allí mismo.

Seulgi se puso su abrigo, tomó su bolso y salió lo más rápido que podía de aquel edificio. Quiso no pensar en Kyuhyun, no sabía si él seguía en su zona de trabajo pero estaba tan indispuesta que no quería siquiera pasar por allí haciéndose la desinteresada, en ese momento solo quería llegar a casa, vestir su pijama más abrigada y tomar una siesta de 24 horas, estaba agotada.

Iba mirando su reloj cuando entró a la estación y al alzar la vista se encontró con el atractivo rostro de Kyuhyun recostado en el espaldar de uno de los asientos en el pasillo.

-Hola- le susurró él con aquella voz que hacía latir el corazón de ella de manera enloquecida- Te estaba esperando.
-¿Por qué?- le preguntó ella con voz cansada.
-¿Aún preguntas por qué? Le dijo él acercándose y colocando una de sus manos en la frente de ella- aun tienes un poco de fiebre.- le dijo mientras le quitaba su bolso y le daba a ella una pequeña bolsa blanca de farmacia con una botella de agua- toma eso mientras vamos en el metro- le ordenó y Seulgi estaba tan cansada por su malestar que no se molestó en discutirle.

El metro llegó poco después, así que mientras iban en él, Kyuhyun se dedicó a que Seulgi estuviese cómoda en una silla mientras él de pie cuidaba de ella. Las estaciones se presentaban delante de ellos y cuando se suponía que llegaba la de Kyuhyun y que este no hacía amague de bajarse, Seulgi no pudo evitar preguntar.

-Kyuhyun, ya pasamos tu estación. Me dijiste que estás viviendo en casa de Sungmin...
-Lo sé, pero no voy para allá...Vamos a tu casa.
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Ni en los sueños más esperanzadores sobre su relación con Kyuhyun, Seulgi hubiese imaginado lo cómodo que se veía en su casa, en su cocina. Cuando llegaron a su apartamento, ella imaginó que tendría que explicar por qué había llegado con él, pero todo lo contrario. Jonghyun y ChanMi se aferraron a Kyuhyun como agua de un desierto, ambos estaban en mejores condiciones que en la mañana, pero cuando este se ofreció a preparar algo caliente para comer les pareció un sueño. Seulgi se cambió de ropa entre nervios y maldiciones; Kyuhyun estaba en su casa, su hijo y su hermana hablaban con él como si fuese lo más normal que un hombre estuviese con ellos y para su sufrimiento se sentía tan mal como para aprovechar aquella cómoda cama...