Un don neutral

PRÓLOGO

De pequeña todo era reír y cantar, todo un mundo feliz que gozaba de ganas de que fueras mayor, sin embargo para entonces, deciden que deberías seguir siendo una niña, que no estas preparada, y es cuando aparecen ellos, criaturas horribles, que se aprovechan de tu furia y te hacen ver el vaso medio vacío, que te llenan el alma de odio, que no te dejan ver más allá de ti misma... Cuando esto sucede y los demonios empiezan a aprovecharse de tu espíritu, aparecen ellos: los ángeles guardianes, cuyo deber es proteger a sus portadores de este maléfico suceso creado por los demonios, esta lucha en los corazones de las personas es llamada guerra celestial; en ella, los ángeles de la guarda intentan hacerte recordar todos esos pequeños e insignificantes momentos de tu vida que te producen pequeñas alegrías, y si estos son lo suficientemente fuertes, te crean una gran felicidad capaz de vencer a la parte malvada de tu alma dominada por los demonios y vencer así, la guerra celestial. Pero, al igual que los demonios pueden perder, también pueden ganar y es entonces, cuando tu alma se convierte en malvada y pasas a convertirte en una persona sin alma, cuyo cuerpo vaga por el mundo sin ninguna misión y cuyo espíritu se pone al servicio de los mas crueles demonios, de los cuáles, no te libras jamás.

En ocasiones extraordinarias, se dan los casos en los que los corazones de las personas son neutrales, su alma se encuentra como en una balanza perfectamente equilibrada, donde la parte malvada se encuentra en su mitad y la parte angelical en la suya, sin la tentación de querer apoderarse de todo el alma, solo que a veces los poderes son tales que pueden ser utilizados para el bien o para el mal, y con ello, romper el equilibrio del mundo tal y como lo conocemos.