No terminaba de creerme aquellas palabras salidas del atractivo chico de pelo castaño oscuro que tenía delante, lo reconozco, es atractivo pero un poco idiota si cree que me va a atraer con su estupidez.
¿Mi ángel guardián? Enserio, ya podría haber pensado algo mas creativo. Dejé de creer en ellos a los ocho años. A veces los dibujaba por diversión, aunque mi familia siempre me ha dicho que tenía un exceso de imaginación, eso era demasiado.
-Si, claro y también me dirás que existe el ratoncito que me deja moneditas tras sacarme un diente -sientan mi sarcasmo. Intenté sonar casual y desconfiada pero lo que realmente pensaba era que él podía dar respuesta a todas esas rarezas surgidas en mi vida.
-Eso son bobadas, lo que yo te he dicho es totalmente real, yo no miento, si lo hiciera, no confiarías en mi -me decía mientras se le marcaban los hoyuelos al formarse su linda sonrisa. Todavía se encontraba sentado en un sofá de mi habitación, y yo ya estaba hartándome de sus imaginativas idioteces que no paraban de confundirme, puede sonar algo extraño, pero yo siempre había creído en algo más y he de deciros que los ángeles no solían quedarse fuera de los sueños que recuerdo desde que tengo memoria.
-Esta bien, soy realista por lo cuál, no te creo. Pero, verás, tengo unas ganas locas por ir al concierto, ¿Pasarás a recogerme en una hora? -puesto que no tengo coche y mis padres están fuera no me quedaba otra que pedirle si me llevaba así que, no se pierde nada por preguntar.
Lo se. No me toméis por loca o una chica que se va con cualquiera que le invita a un concierto, solamente es que se en quién puedo confiar y en quién no. Raro pero cierto.
-Por supuesto Annie, aquí vendré.
Movió su mano en forma de despendida y yo hice lo mismo. Me tumbé en la cama durante unos minutos pensando en el ajetreado día que había tenido, estaría bien relajarme un poco y disfrutar de un magnífico concierto, puesto que no había nada que hacer.
Empecé a rebuscar en mi armario sin saber qué escoger, tuve la fantástica idea de dejarle a Cloe mis shorts favoritos la semana pasada. Has de saber que Cloe se apropia tu ropa y por lo tanto cuando se la pides... demasiado tarde, ¡ya es suya!. Algunas personas la llamarían ladrona, yo utilizo un término que considero mucho más apropiado como, olvidadiza.
Finalmente, me decidí por unos shorts color malva (vean mi cultura con los colores) y una camisa blanca con algunos detalles en la espalda y las mangas, un lindo collar y poco maquillaje, puesto que opino que cada persona es como es y el maquillaje da una imagen falsa de uno mismo.
Eran las nueve en punto. El timbre sonó y salí a la puerta de abajo de mi edificio que daba a las amplias calles del centro de Londres, allí me esperaba Jake con una camisa azul marino y su pelo ligeramente revuelto resaltando sus hermosos ojos verdes.
-Llegó tu taxista personal -me dijo con una bella sonrisa- ¿Cuál deseas que sea la primera parada?
-Le prometí a Cloe que pasaríamos a recogerla, espero que no sea mucho pedir.
-Próxima parada ¡Casa de Cloe! -me dijo guiñándome uno de sus lindos ojos verdes.
El camino fue corto y divertido, yo iba escuchando mis canciones favoritas que curiosamente eran muy parecidas a las de Jake, mientras, íbamos cantando y riendo. Pasamos algunas calles por donde la gente andaba, o más bien corría chillando que le dejaran pasar. Cuando llegamos a la puerta de la casa de Cloe, no me extrañó que no estuviera preparada esperando en la puerta del edificio puesto que es extremadamente pesada para salir de casa. Su edificio estaba algo alejado del mío, a unas cinco barrios, exactamente. Era un lugar lleno de marcha, discotecas y jóvenes borrachos, en mi opinión, el lugar perfecto para ella, aunque no me malentendáis ni era borracha ni nada por el estilo, pero piensa que un trago nunca viene mal para producir algo más de felicidad.
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Un don neutral
Paranormal"No será una chica cualquiera, su misión es esencial, sus poderes serán especiales e increíblemente poderosos, podrán ser utilizados tanto para bien como mal, tened cuidado pues la muchacha no cederá su alma a ninguno de los dos, tan solo será neutr...