Un don neutral

¿Sin sentimientos?

Tras largas horas de clase en el instituto decido marcharme con la llegada del timbre. Recojo mis libros rápidamente y los guardo en mi mochila, cuando voy a salir por la puerta  del instituto, el profesor me detiene y tuve que pararme a escucharle, un gran error.

-Hola Sr. Wilson, estaba a punto de irme a mi casa, ¿En qué puedo ayudarle?-dije eso muy desinteresada por su respuesta.

Es lunes y la hora de comer, y lo único que quiero es irme a mi casa y dormir hasta que mis padres vuelvan de su viaje a Oxford. Pero siempre que tengo algo importante por hacer, que obviamente tras un lunes es dormir, el Sr. Wilson me encuentra para pedirme que ayude a algunos alumnos... Ya que, a pesar de mi aburrimiento en las clases, suelo sacar buenas calificaciones en los exámenes, mi madre dice que es gracias a mi memoria.

-Me guataria que ayudases a integrarse a el chico nuevo, Zachary Browen -mientras el profesor dijo esto mi cabeza dejó sus pensamientos de dormir y aterrizó brusacmente en la realidad.

¿Zachary? ¿Enserio? No me importa ayudar a la gente, pero a él... Definitivamente no, ni hablar, prefiero quedar mal ante el profesor a caer en la tontería de Zachary.

Tras unos instantes con una cara de empanamiento increíble, le pude responder.

-Discúlpeme profesor pero ¿No crees que debería ayudar a Jake Williams? Ya que también es nuevo y además,  a Zachary muchas chicas querrán ayudarle a integrarse y este no tardará en acerlo -le dije lo más educadamente posible ya que estaba  punto de estallar.

Quería decirle que Zachary Browen era la persona más maleducada, engreída e irritante que había conocido, que no me estrañaría que se uniera al equipo de fútbol y que tuviera novia al segundo día de instituto.

Prefería a Jake, que era todo lo contario, cariñoso, amable, simpático y tan positivo como para alegrarte el día. Aunque claro, él es un ángel, pero eso es un secreto que tenemos entre Cloe, él y yo.

-Jake Williams parece haber conocido a Cloe, puesto que está con ella ahora mismo -dijo él, yo me giré para verlos. Estaban a un lado de las escaleras, obvio que se conocían gracias a mí pero yo tendría que estar con ellos en este instante- respecto a Zachary, me ha insistido en que fueras tú la que le ayudases, debiste de caerle bien.

Maldigo la vez en que le hablé y me conoció. No Zachary Browen no me conoce, no sabe quién soy yo y no sabe con quién está jugando, no pienso ser otra más que le siga el juego porque las cosas no funcionan así. Pienso que cometeré un error al aceptar la propuesta del profesor, pero ¿Qué escapatoría tenía?. Además, cometer errores es mi especialidad, parezco atraerlos.

-Está bien, le ayudaré pero solo por esta semana y después ya se integrará el solito -dije esto no muy consciente de lo que me esperaba pero sí de que quería irme ya de ya a mí casa.

Después de mi respuesta, el Sr. Wilson se dio la vuelta y se marchó adentrándose de nuevo en el colegio.

Me di la vuelta, quería mirar si Cloe y Jake seguían esperándome para llevarme a mi casa y así no tendría que ir en el apestoso autobús del colegio. Para mi desgracia, no los encontré, tan solo pude ver a Zachary mirándome como si supiera de mi conversación con el profesor. Se acerca a mí, caminando desde el parking del instituto donde hablaba con unas de las chicas más tontas y refinadas de la escuela. Tenía su mirada fija en mí, pero sus ojos parecían inexpresivos.

-¿Has aceptado la propuesta del profesor? -me pregunta con una amplia sonrisa.

Me fastidia lo que voy a decir.

-Sí, la acepté -le dije mirando sus ojos que seguían sin mostrar ningún sentimiento, sin embargo, no lo necesitaba pues su sonrisa de niño pequeño expresaba su felicidad.