CAPITULO 10

346 27 13
                                    

Sakura frunció el ceño a Jaden y a su horrible predicción sobre su muerte a manos de Syaoran. De una cosa estaba segura. Incluso sin los poderes actualmente funcionando, no iba a indicar ninguno de ellos a un desconocido.

—No sé de qué me hablas.

Chasqueó la lengua hacia ella.

—Sí, lo sabes, niña. Y no puedes ocultarme nada, así que ni siquiera lo intentes. Sabré que es mentira incluso antes de que ésta se forme en tu mente.

Sí, era tan terrorífico como Syaoran, pero de un modo completamente diferente.

Jaden cruzó los brazos sobre su pecho y le dedicó una sonrisa que decía que podría considerarla para el almuerzo.

—Eres una chica mitad lobo. El olor es tan fuerte en ti que si Syaoran lo hubiera reconocido, ya te habría rajado el cuello. La única razón por la qué estás en la forma humana ahora mismo, y puedes mantenerla incluso cuando duermes, es porque también eres una diosa del sueño. Chica afortunada. A diferencia del resto de los lobos, tienes el control total sobre tu mitad animal, independientemente de tu estrés físico. Apuesto a que eres incluso inmune a perderlo cuando estás en estado de conmoción.

Todo era cierto. También ayudaba que Syaoran le hubiera quitado los poderes, incluyendo la capacidad de cambiar.

—Escuché eso, y tienes razón. —Se rió por lo bajo —. ¿Una mezcla fascinante de sangre, verdad? No lo habría considerado posible pero, de un modo extraño, realmente tiene sentido cuando piensas en ello. Los dioses del sueño son completamente diferentes genéticamente a un humano o un cambiante. Han sido capaces de fecundar cualquier cosa, desde insectos de árboles hasta cada especie conocida. Considerando esto, le da sentido a que un dios pueda fecundar a un cambiante incluso sin que los Destinos los emparejaran. —Un perverso destello brilló en sus ojos bicolores—. Eso debe tener seriamente cabreadas a aquellas tres perras.

*Aclaraciones en Notas*

Sakura se sintió aturdida por su mini discurso. ¿Cómo podía ser posible que supiera todo eso? Jamás había dicho una palabra a nadie sobre su herencia mixta. Era más lista que eso. A la gente no le gustaban las cosas que eran diferentes y ella era tan diferente como nadie más podía ser. Su nacimiento había sido tan insólito que, en la forma humana, su madre había llevado guantes hasta el día que murió para que nunca nadie supiera que había dado a luz sin el emparejamiento. No había forma de decir lo que los otros miembros de su manada habrían hecho si lo hubieran descubierto. Podrían haberse sentido eufóricos. U horrorizados hasta el punto de que las mataran.

Su madre jamás estuvo dispuesta a averiguar la respuesta.

Que Sakura supiera, sólo Touya conocía la verdad de su nacimiento. Y moriría antes de contarlo.

Quizás Jaden iba sólo de farol o estaba adivinando.

La sonrisa de Jaden mostraba tanta condescendencia que lamentó no tener modo alguno de golpearle en la cara.

—No te molestes en negarlo. Te lo dije. Siempre sabré la verdad sin importar lo mucho que creas que la tienes enterrada.

Una frialdad se le precipitó por la columna. Estaba desesperada por saber con quién trataba en este momento… por qué tenía los poderes que tenía.

—¿Qué eres ?

—Un Jo-sir.

Ella jamás había oído de tal criatura. ¿Se había apareado su madre con un demonio cómico con complejo de caballero ingles?

—¿Jo-sir?

Él se pasó el pulgar por la comisura de la boca como si también hubiera escuchado lo que pensó, e intentara no reírse de ello. Al menos tenía sentido del humor.

EL GUARDIÁN  (Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora