23- Mi dueña

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—¡Aleix!

<<Marlene se lanzó en mis brazos, muy afligida. Estaba llorando... >>

—¿Qué sucedió, Marlene? —Aleix se asustó mucho al verla en semejante estado y la abrazo con fuerza, esperando que eso apaciguara su dolor.
—¡Me robaron el bolso! —Exclamó con los ojos rojos de tanto llorar —¡Me lo quitó un hombre! Aún trate correr detrás de él, pero... ¡Se escapó!
Después de regresar del pueblo... Así le recibía su ciudad, robándole su bolso...
Con el follón que era hacer todos los papeles...
—Tranquila... —Le acarició la cabeza —A veces se acaba encontrando el bolso tirado por ahí. El dinero no, pero...
—¡¿Tú creés?! —Los ojos de la ñoña mostrando esperanza —¿¡De verdad creés que lo encuentren?!
—Es... Posible... —Dijo no queriendo darle demasiadas esperanzas.
—¡¿Y creés que hayan dejado mi libro dentro?! —Sus ojos demostraron locura.
—¿Qué?... —Aleix demostró una mueca... 
Así que era por eso que estaba tan preocupada...
—¡Mi libro! —Volvió a exclamar con eufórica, sacudiendo sus brazos con tremenda ansiedad —¡Acababa de salir del salón de firmas, cuando el tipo ese me arrebató el bolso de las manos! ¡Aún corrí como si mi vida dependiera de ello! ¡Pero él muy cabrón cruzó la línea del metro a tiempo!
—¡¿Linea del metro?! —Los ojos de Aleix se abrieron como platos —No me digas que... ¡Ibas a cruzar también!
—¡Claro que si! ¡Se trataba de mi libro amado! —Exclamó bien alto, casi perdiendo la respiración. Estaba demasiado nerviosa...
—¡Marlene no vuelvas a hacer algo tan peligroso! ¡Apenas era un libro! —Le tomó con fuerza de los hombros, viéndola con miedo a los ojos.
—¡Mi libro firmado! —Corrigió la ñoña con detenimiento, alzando los brazos y agitándolos como loca.
Aleix cerro los dedos, y como cuchillo le dio de pleno en medio de la frente.
—¡No vuelvas a hacer algo tan peligroso! —Le dejó bien claro, viéndola con ojos asesinos.
Marlene replicó como una niña y acabó por asentir, cruzando después los brazos con fuerza.

—Bueno... —Se levantó Aleix de la cama —Ahora tengo que irme.
—¿Eh? Pero si hoy es festivo... —Replicó Marlene hinchando los cachetes.
—Ya te había hablado de ello, que hoy tengo una fiesta a la que el jefe nos invitó, no puedo faltar —Se ajustó la camisa, viéndose al espejo.
Marlene soltó un resoplido pesado, viendo con detenimiento el exageró con el que su marido se arreglaba, peinando hasta con perfección su cabellera negra.
—Oh, espera —Se levantó Marlene —Tienes la camisa toda arrodillada.
La joven pasó la mano por la espalda de su marido, estirando la camisa.
—Muchas gracias, cariño —Le dio un beso rápido en los labios —Ya tengo que irme, nos vemos luego.

🌼🌼🌼

—¡Buenas noches, Ghost!
El individuo iba muy bien acompañado por su pareja, la pechugona aquella del bar, que relucía más bonita aquella noche.
—Oh, maestro... —Ghost tomó a Aleix de la mano. En él había nacido una enorme admiración, pues si no fuera por sus consejos (el acoso) estaba seguro que jamás había logrado salir con la joven.
—Veo que te va muy bien, eh —Le vio Aleix con una sonrisa picarona, dándole suaves golpes con el codo.
El individuo se coloro ligeramente y se rascó la mejilla todo apenado —Muchas gracias... Estoy muy feliz, y todo es gracias a usted, maestro.

Aleix  saludo después a sus demás compañeros, con los cuales se llevaba bien.
El jefe vino a saludarle especialmente, pues estaba muy contento con el desempeñó de Aleix en su función. Desde que él trabajaba en recepción, la clientela femenina había crecido sin creces, fueran de la edad que fueran.
—No hay de que, jefe, yo sólo hago mi trabajo —Sonrió complacido por las palabras de su jefe, el que no dejaba de halagarlo, haciendo que Aleix se creyera todavía más.

Entonces, tras despedirse de su jefe, Aleix notó que las chicas hoy le miraban más de lo habitual y que se reían después.
No comprendía el porque de aquella actitud... Hasta que Ghost vino a hablar con él nuevamente.
—Por lo visto, vuestro amor también es especial —Habló él esbozando aquella sonrisa fantasmal.
—¿Cómo? —Aleix arrugó el entrecejo incomprendido.
—Habló de usted y Marlene, maestro.
—Ah si, nos amamos con locura. Es un amor único —Alardeó Aleix, posando la mano en su pecho —Ella esta loca por mi.
—Si, es bien visible.
—¿Eh?...
Aleix se quedó muy confundido por las palabras de su amigo, quien pareció también sorprendido por su actitud.
—Habló de las palabras escritas atrás de su camisa, maestro... —Señaló él a su amigo.

🌼🌼🌼

—¡Marlene!
Aleix entró como una flecha en la vivienda.
La mencionada, se hallaban en el sofá, viendo un documental de aves.
—Oh... Que temprano llegas —Dijo Marlene viendo la hora en el reloj de pared que tenía encima del televisor.
—¡Claro que si! —Exclamó mostrando su frente marcada de venas —¡¿Qué sígnica esto?!

Aleix se di la espalda, mostrando su camisa, manchada por marcador, con las lindas palabras:

       “Este hombre ya tiene dueña, guarras”

—¿Se te acercaron chicas? —Eso es lo que se le ocurrió preguntar.
—¡Se acercaron pero sólo para reírse de mi! —Exclamó con enorme frustración.
Marlene mordió su labio inferior y dejó escapar de sus labios, una palabra llena de satisfacción...

—Perfecto...

//Hace mucho que no digo nada en este espacio de abajo. Quería darles enormes gracias por seguir con la lectura de mis capítulos, por sus votos y comentarios. Me llenan de orgullo y satisfacción.
Espero que los capítulos sigan siendo de su agrado. 😊😊

Me volví adicta a ti #2 [Editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora