Carta VI

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Te he perdido, y esta vez es para siempre.

No hay marcha atrás, te has casado y no te ha importado que yo impidiera esa boda. No te ha importado que te haya llorado, que me haya partido frente a ti ¿No te hizo feliz verme así?

Tus ojos brillaron al verme, me sigues amando yo lo sé ¿Pero por qué lo niegas? ¿Por qué te has casado con él? ¡No lo amas! ¡No lo amas como me amas a mí! ¡ANDREA, TE AMO! ¡TE AMO! Y lo hago a tal punto que parezco un demente al pensarte, al soñarte.

Sé que te he causado un daño muy irreparable, ahora eres esposa de él, cuando pudiste ser mía.

¡Fui un idiota! ¡Un completo y tremendo idiota! Pero tú no sabes la verdad detrás de mí actuar, desconoces mis motivos y por canalla por cobarde he perdido al amor de mi vida.

Te he perdido para siempre... y no quiero dejarte ir, no quiero y no puedo.

Seguiré con el plan inicial, te contare nuestra historia desde mi punto de vista, te narrare lo que pensé estando a tu lado. Solo espero que no me alejes de mi hijo... te amo más por dar a luz a nuestro hijo, nuestro, solo tuyo y mío.

Con amor, Daniel.

Después del Adiós. (#2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora