Carta IV

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Te amo tanto mi amor.

El blanco me recuerda al color de tus sabanas de seda, esas mismas que cubrían tu cuerpo cuando hacíamos el amor.

El rojo de los semáforos, traen a mi mente, esos labios rojos carmesí que besaban los míos todas las mañanas al despertar, esos mismos que yo tanto disfrutaba.

El olor a lavanda del ascensor, le da a mi olfato el poder de suspirar y a mi mente el recordar ese mismo olor que rodeaba tu habitación, esa misma que tantas veces compartí junto a ti, pero eso hoy, solo es un triste recuerdo después de tu adiós.

Escribí este verso mientras pensaba en ti, no he dejado de hacerlo incluso estando lejos de ti.

Quiero regresar a tu lado y hacerte feliz, pero es imposible porque tú ya no me quieres a mí.

Un melancólico Daniel.

Después del Adiós. (#2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora