Carta XII

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Amor mío...

Porque eres mía, entre los recuerdos sigues siendo mía.

En esta mente caótica sigues causando estragos.

Entre mis manos poseo tu toque, cuanto te extraño, este año y 8 meses sin ti es una eternidad, una muy triste y tétrica.

He decidido, no será igual. Tu regreso a mi lado no será igual. No te haré sufrir, cometí errores en el pasado, pero en este presente te hare tocar el cielo, y jamás bajaras de ahí.

¿Sabes por qué he decidido esto?

Porque hoy te he hecho reír ¡Te hice reír!

Y la melodía de tu sonrisa ha hecho que recuerde cuando en el pasado tenías la misma risa, esa es mi risa, porque solo yo la he hecho sonar así, solo conmigo tus ojos adquieren esa expresión. ¿Y sabes por qué lo sé? Porque ese es un motivo que grabé muy bien cuando iniciamos nuestra relación.

Me gusta que mi desgracia te de risa, tropezarme luego de ir a dejar a nuestro hijo te ha hecho reír, casi me quiebro la cara y un brazo, ahora estoy mallugado, pero no importa si así pudo hacerte reír, no me importaría caer mil veces más por ti.

— Cuidado Daniel, que el piso se mueve — te burlaste de mí, seguías teniendo esa sonrisa burlona en el rostro.

— El piso me lo mueves tú — respondí levantándome.

Te pusiste roja, y bajaste la mirada avergonzada.

— ¡¿Andrea, dónde mierdas estás?!

Eso cariño, jamás lo voy a olvidar.

Tu expresión de diversión y de vergüenza se esfumó, el pánico te invadió y entraste sin despedirte, te olvidaste que estaba ahí.

¿Que está sucediendo Andrea, qué?


(***)

¿Cuáles son sus hipótesis?
Acepto cualquiera ¿Quién da más quién da menos?

Después del Adiós. (#2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora